Si ci programa llega a tener algún impacto so–
bre las viviendas no expropiadas, será por la pre–
sión de los inquilinos para que Sus viviendas tam–
bién sean objeto de un programa dc reconstruc–
ción. Este posible impacto del programa será trata–
do más adelante.
El impact» del programa en los díficils hahitaciic
nales en cuatro "áreas testigo'
Los porcentajes .señalados anteriormente cons–
tituyen solamente una primera aproximación al im–
pacto que tiene el programa en la problemática ha–
bitacional de la ZE. Como ya se ha señalado, el
programa R H P va más allá de un mero programa
de reconstrucción poslsísmica; abarca un porcenta–
je importante de viviendas que se incorporaron
a
los decretos de expropiación por su alto grado de
deterioro, por tener rentas congeladas o, incluso,
porque los inquilinos asi lo .solicitaron.
Es pertinente enionces, conocer el impacio del
programa en relación con los déficils habiiaeionales
acumulados. Desgiat iadainentc no se dis
|)(4ie
ile
la iniormación sunciente para llevar a cibo esta
evaluación a nivel de la ZE en su conjunto. Para
superar esla dificullad se seleccionaron cuatro
"áreas- testigo", representativas dc distintas situa–
ciones habitacionalcs prevalecientes en la ZE, y pa–
ra las cuales se contaba con información previa ,
Estas son: "A" (Colonia Guerrero), "B" (Tcpito-Mo-
relos), "C" (Mcrced-Tomatlán) y "D" (Colonia Doc–
tores): vdasc
el
Plano N" 3.4..
Aunque en las cuatro áreas testigo", el estado
físico de las viviendas varía su.slancialmenie, apare–
cen algunas constantes (Cuadrt)s Nos. 3.5, 3.Ó, 3,7
y
З.И). Los edificios de departamentos tienden a estar
en mejores condiciones en todas las áreas, mientras
que las vecindades presentan los más dlt
<JS
índices
de deterioro^. Esto .se explica tanto por la mayor
antigüedad de las vecindades, como por sus deli-
ciencias estructurales de origen. Las veeindarles
que se pueden considerar "en buen estado" no re–
basan el 15%, mientras la tercera parle patleccn
graves problemas estructurales. En la Colonia de
los Doctores el deterioro estructural incide en ma–
yor proporción: el
69%
de las vecindades fue clasi–
ficado en "mal estado'''.
Si bien los edificios de departamentos presen–
tan un relativo mejor nivel de conservación, en to–
das las áreas existe un porcentaje importante (entre
20% y 35%) en mal estado, con la excepción dc los
ediTicios históricos de La Merced, cuya mejor cali–
dad original permitió que la mayoría dc ellos (73%)
se con.servara en "regular estado".
Las casas-habitación son signi Real ivas a nivel
cstadistictv solamente en las Colonias Guerrero
y
Doctores, En ambos ca.stts, el porcentaje de vivien–
das "en mal estado" es inferior al 10%. En las otras
dos áreas-testigo, dc tas pocas viviendas de este ti–
po, más de la mitad está muy deteriorada:
69%
y
.'i()% en "mal estado" en Mcrccd-Tomallán y Tepilo
respectivamente.
En las cuatro "áreas-testigo" existe también un
cuarto tipo de vivienda: las unidades, o conjuntos
habitacionales. En el más antiguo de todos ellos, el
Conjunto Candelaria de los Patos en el área Mer-
ccd-Tomallán, se delectó el mayor grado de dete–
rioro. Pero dado que la acción cxpropiatoria no in–
corporó a estos dos de vivienda (casas habitación y
conjuntos habitacionales), el análisis se limitará de
aquí en
ailelanle a
las vecindades y a h>s edificios
tle dcparlamentos. En el conjunto de las cuatro
"árcas
-lcstigo",
se
eensariMi
un
total d e
.3,227 prc-
ilios ocupados por estos dos tipos dc construccio–
nes, .Se diagníisticaron un 22% en "buen
estado",
un
4')% en "estado regular" y un 29% en "mal estado"
(Cuadro No. 3.9).
Al comparar estos porcentajes con los relativos
al estado físico dc las construcciones en los predios
expropiados, se pueden hacer varias constataciones
y plantear algunas interrogantes. Por una parte, co–
mo era dc esperarse, los predios con construccio–
nes en "mal estado" se expropiaron en mayor medi–
da: 40% de ellos, contra solamente 31% para las
cimstruccioncs en estado regular.
Llama la atención, sin embargo, que casi la
quinta parte de U
»s
edificios clasificados en "buen
estado" hayan sido también objeto de la acción ex-
propiatoria. En parte esto se debe a disparidades
en las fuentes: en Tcpito y en La Mcrced-Tomatlán
la información
.se
recopiló antes de tos sismos, por
lo que varios edificios originalmente
e n
buen estado
resultaron dañados ptisteriormente por los sismos.
En el caso Tepilo, esto podría explicar la expropia–
ción de un porcentaje de edificios en buen estado
(311%: Cuadro No. 3.11). Sin embargo, esta explica–
ción no es válida para la Colonia Guerrero, en don–
d e
el dictamen del estado físico fue posterior al
sis-
1...,54,55,56,57,58,59,60,61,62,63 65,66,67,68,69,70,71,72,73,74,...470