ci<ln
del pr(napt
crisli.cmo, breviuio de poUtiu
evmr,tliC<l,
pero
fecta
andluls y anl/dolo de la polft;CII rruoquiaVl!lfCII. Im",lnado–
nes, a
los Ojol
del aulor de
El
prlncipe;
.vanas apeculaclones>,
romo
ti
escribe. Maqw..velo se
~
a
CIItrepne
a
ellas, quiere
atenC1'X a lo
que
él
J.la.mIo
la realidad de las cosas.
Y
ata
realidad.
es, mtc
lodo, que el pl'Úl(:ipe 0"""0 vive en
el
$<:DO
del peUgro.
que
dos
lemores
le
habitan
y
debeD hIIbitarle, . El interior de
1\1$
E.$tados y
l.
conducta de sus súbditos
SOl!
el
objeto de uno de
eUol: el exterior
y
los
designios de l.s potencias vecinas coosti–
tuyen el del otro.>
Y
uta realidad es, adcmU, que
0 11
infinita–
mente .Iejoo
la
m;wcra
(:()IDO ..,
yjve de aquella como se deberla
vivir.,
y
que vivir como
se
deberla, eR UR
mWldo como
el RUeS–
tro, en medio
de
tantos malndos,
no
$erla
.ino
UfI
juclO de Iontos.
El prlncipe que quiere manttnerse debe.
pues• •
prender •
no
.oer
siemp,.., bueno, a ..,rlo n • no $<Orlo, . se¡ún la nece$ldad •.
Ciertamente, ¿qllt seria
mb
deiuble que
un
princlpe que
reunie–
se todas las buenas cualidades, que fuese generotO, bienhechor,
compasiV'O, fiel a su palabra, rinne}' valiente, afable, (;I.5to,
franco,
¡nove
y
religioso? Pero esto aptnllS si
es
p""ible, ,
/11
coltdici61t
lu."",na no /0 pernll'e. Ya es mucho si el prlncipe sabe huir de los
viciO$ vergollWlOS que le harl. R perder el Estado. A
105 0 11V$,
que resista, }' si
no
puede, itanto
~rl
M.is
aún:
cierlOS vidos
y defectos son. quiu, necesarios
para
l. conservacióo del Enado.
al cual, por el cnotrario, perderlan cíerlas cualidades: 'pues, bieR
miradas las cosas, se encuenlra que, ni como hay ciertas
cual~
dades que pareceu ser virtudes y que causarl"" la ruina del prln–
dpe, igualmente hay otras que parecen
~r
vicios y de las cuales,
sla embargo, pueden resultar su coosel"Wlcióo y su bienestar•.
AcJbamos de
resumir
el capitulo
XV.
tan corlO
como
S\1$tan–
cial,
doRde el aUlor des""la su peD$llmieolo coo una fn.nqueza
1in
disfru. Es
el
pensamiento de un homhre que. por baber
fre–
rorntado a
)Qs dcmjs oombra,
carece de ilusión; que sabe,
por
In demh, d.i5linguir perfectamente el bieR y el
milI,
y que, inclo–
si"",
preferirla el bim, pero que se niega
a
cerraJ"
1<»
ojos
IlIIIe
lo que
~l
cree
la necesidad del Estado. IlOte lo que
~l
cree las
$ervidumbra de la condlción bumana.
De
lo cual
wcan
las COD5eI;ueoci;os los
~pltulos
que siguen.
Ser!a bueno para un prlncipe ser reputado liberal, geoeroso: '10
embargo, ser panilnoniosc es
\lDO
C:e esos
Yieio$
que bacen reinar.
Las
libe-ralidades CO!Iducen a ganarle a¡ prillcipe muy
pocos
ind~
175
viduos
'J
a levantar contn tI UD DI1mero muy grande,
a
hacerle
odioso a sus
súbditos; fiDalroenle, empobrecido,
pier<k
11
con..id.,.
ración
do:
estos.
De la
misma maocra,
.Iodo
pr1ndpe debe desear
ser
reputado c1emenle
y
DO
cruel.;
pero
guArdese
de UUr la
el.,.
mcnct. Inoportunamente; recuérdese a c.!sar Bor¡ia: . Pasaba por
cruel--<iice, sin alurarse, Maqulavelo-, pero su crueldad
rest.
bleció el orden y la unidad en la
RO!llll/la.•
¡Bendita crueldad si
mala eo embrión los desórdenes, cargados de asesinatos y de rapi·
11."
que
se
habrlall
alz.ado al amparo de una piedad excesiv.'
.Eso& desórdenes hieren la sociedad emera, mientru que los
rigo–
res ordenados por el prlndpe ""lo reaen .sobre
parti<:ulara.•
Pro–
t"l!er. ante lodo, la .sociedad:
he
ah! dónde radi.,.
la
verdaden
clemencia de Estado (Richelieu pe..... '"' lo mismo y lo escribirá
en
el
TeJ,,,,,,....
toJ.
De
ah!
nace
esta cuestión cibica:
51 ""le
md.<
Jer
am<Ufo
que
umldo,
o remido
que
am4do.
Lo
mejor
seria 5I'r Jo unO y lo otro. pero esto es diHcil.
Enton–
ces,
es
toh
seguro
ser temldo.
¿Por
qué?
H,y varias
1"UOne.s
para
ello. En primer lupr, los hombres senenlmeme
.son
in¡notos,
Inconstantes, disimulados, oobard.. allle los peligros)' 'vjdos de
ganancias: mientras los
favoreáis,
os
son
adiclos,
os
otre.::en su
sangre,
S\J5
bienes, su vida. sus hijas, en
II1II10
el peligro ""lo se
presenta lejano; pero cuando se aprOIlma se apanan ropidamtn–
le•. Desgraciado el pl1ncipe que hubiese repos.a.do únicamente en
lodas eslas amistada
pagadas
COII largut...:
. bien pronto
se
veria
perdido•. En .segundo
lugar.
los hombre, reparan mucho menos
en
ofender al que
51'
hace
amar
que
al
que se
hace temer: el l",n
de -'1lDI)r lo
I"!Imp<1>
a medida de su intew, mientnos que su
I~mor
permanece sostenido por liD
miedo
al castigo que
!lO
los
abandona
nune• .
En
fin,
no
depende del prúlcipe ,er
amado:
los hombre,
.aman a su gusto.: pero depende de
t i
ser temido: .Ios hom.
bres lemen a gusto del ptindpe•.
Ahora
bien:
l1ll
prlncipc: pru–
dente
debe
fundarse,
no
o:tl
lo que dependa de otro, sino
en
lo
que doependa de
$1
mismo.
Ser temido, por lo de"""
no
si",-,fica en
modo
alguno
ser
odiAdo. El odio de los súbditos-amlU su desprecio---es cQ<a
ara.
ve:
es
meneSler no Incum' en
"'1:
pUes
lodu
!a.
fortaluas que
t i principe odiado
pueda
lennW contra IUI súbditos
!lO
le ul.
vario de ..., conjuraciones (como lodo ncrentino, Maqulavelo uu.
obsesionado con
las
conjunciones). Hay una r.,.,.,la simple pan
1...,166,167,168,169,170,171,172,173,174,175 177,178,179,180,181,182,183,184,185,186,...292