Contra un Diseño Dependiente - page 61

La tarea evaluativa se cumple esencialmente en tres niveles. En primer lugar,
se trata de la evaluación de la propuesta o diagnóstico de su estado (juicio so­
bre a y
b,
procedentes de R). Este primer acto evaluativo tiene mayor importan­
cia, porque permite descubrir por dónde se debe entrar al proceso; si por
ejemplo se trata de un problema bien definido se podría entrar ya a la tercera fa­
se de la hipótesis; pero si se propone una hipótesis mal definida es posible que
haya que entrar por el comienzo: por el caso.
En segundo lugar, se trata de evaluar el resultado de cada fase para dar pa­
so a la conclusión de una fase y entrar en la siguiente. El acto que evalúa a
d
permite que se entre en la segunda fase. Si la conclusión no es correcta de­
be retroalimentarse el proceso y volver a la fase 1 (el proceso de retroalimenta­
ción se indica con las flechas de línea continua; los procesos evaluativos con
líneas cortadas).
En tercer lugar, la evaluación se juzga esencialmente en su momento final:
la evaluación del producto del proceso a corto y largo plazo. Se evalúa el ob­
jeto y su funcionamiento en la realidad (
h
), y también se evalúa el cambio
que produce en el marco teórico (/). Todo producto diseñado debe cambiar
en alguna manera la misma realidad
(R
en
R ’ ),
y el marco teórico
(MT
en
MT). De esta manera el diseño modifica el entorno mismo y se coloca como
condicionante del diseño futuro.
Podríamos decir, entonces, que evaluar es confrontar los resultados, tanto
con el marco teórico como con la realidad. Por ello, en rigor, el pasaje de
una a otra fase no se efectúa directamente, sino por mediación de ambas
instancias.
2.1.4.12.2
51
1...,51,52,53,54,55,56,57,58,59,60 62,63,64,65,66,67,68,69,70,71,...265
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