El tercer lipo de edificios de departamento co–
rresponde a inmuebles construidos después de los
años sesenta por promotores inmobiliarios privados
apoyados por el Programa Financiero de la Vivien–
da, o por el programa dc "sustitución de vecinda–
des" financiado por BANÜBRAS. Sc (rata dc "con–
dominios de interés social" que sustituyeron vecin–
dades deterioradas, por lo general ubicadas dentro
de la "Herradura de Tugurios".Presentan un relati–
vamente bueno estado físico. Muchos de ellos fue–
ron vendidos o puestos en el mercado del alquiler
por su adquirientes, para una población de clase
media.
í)
"Ciudades perdidas"
El término designa pequeños asentamientos
precarios localizados en el interior de manzanas ur–
banizadas, sobre los derechos de vía de los ferroca–
rriles o, en las aceras y camellones dc calles y ave–
nidas. Los propietarios dc las "ciudades perdidas"
dejan por lo general a sus inquilinos el cuidado de
edificar sus viviendas con con materiales perecedo-
res, rentándoles el puro uso del terreno. Las "ciuda–
des perdidas" se localizan principalmente dentro
del
Frimst
AniÜQ
f
SrÍtéficQ- Fueron objeto de un
extenso programa de erradicación en(re 1972 y
1976, y varias de ellas fueron eliminadas por los
programas de renovación urbana y por las obras de
vialidad entre 1979 y 1982. Tal es el caso del área
en donde se construyó el nuevo Palacio Legislativo
y la Terminal dc Autobuses dc Oriente, Subsisten
algunas "ciudades perdidas" en la delegación
Cuauhtémoc ( colonias Buenos Aires, Jamaica,
Magdalena Mixhuca, Atlampa ) y, en menor pro–
porción, en la delegación Venustiano C"arran/.a.
Las "ciudades perdidas" presentan, con los
cuartos de azotea, las peores condiciones habitacio–
nalcs dentro de la ZE, sobre todo en cuanto a los
servicios domiciliarios de agua y drenaje. Las úni–
cas ventajas de esta "solución habitacional" son su
localización céntrica y proximidad del mercado y
empleo, y sus alquileres bajos que solamente se
comparan con las vecindades "clásicas" dc renta
congelada.
g) Cuartos de azoica
A veces verdaderas "ciudades perdidas en altu–
ra", los cuartos de azotea constituyen una "solución
habitacional" muy ilustrativa dc ta problemática de
la vivienda dentro de la Ciudad Central. Se trata
tanto de los "cuartos dc servicio" localizados en las
azoteas de ciertos conjuntos habitacionales, como
de viviendas precarias construidas sobre las azoteas
de edificios y sasas-habitación.
La existencia de este submcrcado de alquiler
debe entenderse tanto por la escasez de vivienda en
la Ciudad de México, en general, como por la gran
demanda de vivienda ubicada en la Ciudad Central.
Según los resultados de una investigación dc los
cuartos de servicio de la unidad habitacional No-
noalco-Tlatelolco, realizada con anterioridad a los
sismos de 1985, el 30% dc los ocupantes percibían
ingresos entre una y dos veces el salario mínimo y
un 7% ganaba más de dos veces el salario mínimo.
Al mismo tiempo, 75% tenía su empleo dentro de
la misma delegación Cuauhtémoc (Mcraz, 1986).
proximidad dc los empleos es tan o más impor–
tante que el relativo bajo precio de los alquileres,
para explicar la multiplicación de este tipo dc vi–
vienda en las áreas centrales. La gran demanda po–
tencial de esta "solución" infra habitacional en el
centro de la Metrópoli fue reconocida implícita–
mente por el programa de RHP, al diseíiar edificios
que no posibilitaran la construcción de cuartos en
las azoteas.
h) Conjunlos habitacionales de "vivienda de interés
sticial"
La ZE cuenta con varios conjuntos habitacio–
nales, todos ellos construidos posteriormente a
1960, por organismos públicos viviendistas como
INDECO, CODEUR, el Fondo de Habitaciones
Populares de BANDERAS, I N F ONAV I T o FO-
VISSSTE. Algunos son producto de programas de
renovación urbana, como en el caso de las unidades
habitacionales "Nonoalco-Tlalelolco", "Candelaria",
"Süldominios" en la colonia Doctores o "Plan Tepi–
lo" en el barrio del mismo nombre. Otros se Inscri–
ben dcntrtí del Programa Financiero de la Vivienda