periferias norte, cMe y sureste, se encontraban los
barrios de los mestizos y los asentamientos prchis-
pánicos indígenas (Tcpito, Uis Angeles, La Laguni-
lia, San Amonio Tomallán, Mixcalco, Candcliiria dc
los Palos, e l e ) , comienzo dc lo que se denominaría
más tarde la "Htiffatiura dc
Tueuiias"
{ l . N
, v .
1958),
La toma del poder por los liberales (1855)
inauguró la primera gran transformación espacial
de la ciudad. La amortización de las propiedades
eclesiásticas liberó muchos terrenos, se destruyeron
conventos; se abrieron calles y avenidas. El centro
comercial de la ciudad (El Parián) se desplazó ha–
cia el este del Zócalo, para iniciar cl desarrollo dc
la zxina comercial y de abasto de La Merced, arti–
culada con el canal dc La Viga. Es entonces cuan–
do se inició el paulatino desplazamiento hacia el
poniente de la ciudad de las clases acomodadas; los
edificios coloniales se transformaron en viviendas
multifamiliares de alquiler para las clases popula–
res, compartiendo el espacio urbano con activida–
des comerciales intensivas.
Bajo la dictadura dc Porfirio Díaz (1876-1911),
la ciudad conoció un acelerado crecimiento demo–
gráfico y terrilorial. Al mismo tiempo se consolidó
su segregación espacial. Entre 1876 y 1910, la su-
pcrtieic de la Capital habría pasado de 18.5 a 40,1
km > su población dc :00,000 a 471,IMX) habitantes,
A los cambios que se poducían en cl campo, se
añadieron los efectos dc la industrialización inci–
piente y la formación de un proletariado urbano.
La industria se concentró al norte, al este y, en me–
nor medida al sureste de la ciudad, alrededor de las
estaciones de ferrocarril, de las bodegas de almace–
namiento y dc la aduana. Se desarrolló en estas
áreas, entre ISSO y 1910, el habitat dc la mano dc
obra industrial. La producción de vivienda para los
inmigrantes y para las clases trabajadoras generó
nuevas rentas urbanas. Los propietarios de las ex–
haciendas y de los bienes eclesiásticos adquiridos
en la periferia de la ciudad, lotificaron sus terrenos
para su venta a pequeños o medianos inversionistas,
quienes edificaron sobre ellos inmuebles para ren–
ta: las vecindades. Así, sin equipamiento alguno,
casi sin infraestructura, con insalubridad y sobre-
poblamiento de cuartos de habitación, se iba conso-
hdando un verdadero cinturón industrial y de ba–
rrios populares en las colonias tiuerrero, la amplia–
ción del barrio indígena de Tcpito (Violante y Día/
de León), La Bolsa, Maza, Rastro, Peralvillo, India-
nilla (hoy Doctores), Cuartctilo (hoy (Jbrcra) y La
Viga (hoy Tránsito), al norte, este y sur de la ciu–
dad, rcspcciivamcnle . Estas colonias se incopora-
nin
a la "Herradura de tugurios" mencionada ante–
riormente.
Durante las luchas revolucionarias, el creci–
miento físico dc la Ciudad se detuvo. Los capitales
amenazados por la insurrección, dejaron dc invertir
en los fraccionamientos periféricos y la producción
dc alquiler de bajo costo. Sin embargo, el clima de
inseguridad en el campo alimentó nuevos flujos mi–
gratorios hacia la capital. Los nuevos inmigrantes
saturaron los barrios y colonias dc inquilinato po–
pular, cuya expansión quedó prácticamente parali–
zada. La estabilidad post-rcvolucionaria permitiría,
a partir dc 1921 un nuevo tipo de expansión de la
Ciudad dc México y marcaría el fin de un tipo de
urbanización popular basada en la producción del
inquilinato de bajo costo.
2.3 El Pñmcr Anillo Periférico
A partir de 19.30 y, en forma definitiva en los
años cuarenta, la Ciudad Central llegó a su punto
dc saturación, la cual se desahogó a través del de–
sarrollo dc una nueva forma de urbanización para
los .sectores de bajos recursos: las "colonias proleta–
rias" periféricas. Esla urbanización fue relativamen–
te débil al poniente, pero muy intensa en las perife–
rias norte, noreste, este y sureste, constituyendo así
una ampliación dc la
"Hlirrailura dc TLCUfJPa",
Dentro de la ZE, cl "primer anillo periférico" cubre
la casi totalidad dc estas primeras "colonias proleta–
rias", que se establecieron entre 1930 y 1950 en
áreas correspondientes a las delegaciones Vcnustia-
no Carranza y Gustavo A, Madero.
La mayoría dc las "colunias proletarias" creadas
durante el Cardcnismo'', se formó por invasiones de
terrenos situados en el Cuartel
1
(parte de la actual
delegación Venusliano Carranza) y de algunos en
la delegación Gustavo A . Madero (colonias Gertru-
diz Sánchez, Emiliano Zapata, Mártires dc Río
Blanco), En estas colonias, carentes de infraestruc–
tura urbana en sus fases iniciales, se iniciaron los
procesos, hoy masivamente difundidos, de "auto–
construcción" de la vivienda. Al mismo tiempo, se
produjo otra modalidad dc urbanización para la
"autoconstrucción" periférica; los fraccionamientos
fraudulentos o "ilegales" sobre terrenos agrícolas,
privados o dc reciente titulación ejida! o comunal
(Pcrló 1981, 54), que no cumplían con cl Regla–
mento de Fraccionamientos en vigor desde mayo de
1936,
1...,25,26,27,28,29,30,31,32,33,34 36,37,38,39,40,41,42,43,44,45,...470