Página 42 - Coordinación de Servicios de Información

( F OV I ) i i u t i o L-ii loh e.iMvs ill- 1.1 "UiiiiLul Ki-iKK -ilv"
y (k'l L'liiijiiiiln ".l .iidiii lliilhiii'ii.i" i->i hi ikW¡.\m\íh>
Vi-(iii.s(iíiii<> í ';(M-.ii »/.i.
2.6 l>ífidl\ Nnhilai-iitituln
La Dirui-t-ii'in Oc ltivcsli|4.n-iiiii<;.s v Tslailislica
de Vivicrtia dc hi Si-irularia di' Dcsavmllo Uiliaiiii
y Eicología |i|-<ip4iiic, para iiiar/n dc l'ÍH7, I.is i-.sli
macioncs dc dfilicil dc vivienda sigiiicnics:
Del. Cuauhtemoc 4fl,82(! (20.^u%)
Del. Venusliano C.irran /a MM2 (2r..'ill%)
Olslrilo lederai 47Í,.S17 (27.H(';í)
Zona Melro[)olilana 7l'>,2.W (27.,sl'-;,)
E'ucnlL: (.\j:iEln>s cslijdi.slLL-us <iiK'\,xs il lu pDncfict^i llhfl.ll
de Milico siihri- snvicndii para cl ( iniurcm MI-.'l'KOi'OI.I.S N7
rislos cálculos agregad lies tipos ele ilctiiiis; el
di-til it pur obsolesi-i -ne ia (ii sea. l.i neeesiilail ile le
pillici cada ano parte del inventano haliiLieiniial),
el iliticit por hacinamiento y el ilélieil derivado de
la oeupüeióii dc ciertas viviendas por m^is de una
íamilia. Sin embargo, estas cstiniaciones no son más
que un atere.imicnto muy aproximado a la pioble-
mática habitacional concreta
Los datos anierioies. prorrateados de aeilerdo
con cl cen.so de l'WO, arrojan un déficit dc alrede–
dor de 65,tXKJ viviendas para la ZE. Si se añade la
pérdida dc 25,(MX) viviendas adicionales a partir dc
lus s¡smo.s de 1985, cl déficit total para la zona en
donde operó el programa dc RHP, seria de alrede–
dor de 90,1X1(1 viviendas en i>Wíi. Esla climaeión
(leiniite evalii.ir cl inijiacto del proíii.inia sobre el
ili-licit habitacional de l.i /iin.i.
2-7 íciumiii ill- !íi vivii-iuia: la (iicxlii'ii ¡lujiiilimimi
l-ln l')7ll, cl 7.V5'í de las viviendas ubii adas
dentro de la ZE eran alquiladas ( ( u.idro N" 2.2 y
Plano 2.8). .S l:í;íhi lo.s ilattis censales tic IVKll, estc
poicentaje bajó a alredcdoi ele un 1W\ : al niomcn-
lii tic his sismos, ni;is de l.is dos tcii-cias p.iilcs tIe
la poblaeioii icsiili-iile en la / E eran inquilinos
(Cuadro N" 2.7). laiipcro,CDiiiii se VIO cii c! subca-
pilulo anleiior, este proiiicilio esconde grandes va–
riaciones en ia tenencia de la vivientla ile un barrio
a otro. Lii las colonias como Morclih y (iuerrcro,
Cii los barrios íic 'l'epito y el .'irea Mereed-Tomallán
y en el mismo "Primer Cuadro" (eolíiiiia C'élitro),
más dc '*(l';í. dc los h.ibilantcs alquilaban la vivienda
que hiibitiibüii ' .
La probicmálica habilacional dc la ZE es.
puc-S, ampliamente marcada por la del inquilinato.
Para entender cl impacto que cl Programa RHP
licnc, y tendrá, sobre la siluación dc la vivienda en
la ZE y ha.sla en la Ciudad en su conjunto, es nece–
sario entonces contar con una visión mínima de las
implicaciones económicas, sociales y políticas del
"problema inquilinario" antes dc los sismos de 19M5.
C'itmo relación social, el alquiler coníronta los
intereses opuestos del arrendador y cl arrendatario
e implica al Estado en su papel dc mediador entre
ambos,
¿Quiénes son los propietarios',' Es común de–
nunciar la gran concentración dc ia propiedad dc
viviendas de .ili |uilcr en el ( eiiiro de la Ciudad. Pe–
lo el "lalilunilismo urbano", al cjuc a veces si apela,
es niiiv diiiVII de comprobar. En realiilad, cl jierso-
najc traílicioiial ilcl ca.scro que alquila un iiúinero
considerable dc viviendas está en vía *.lc extinción
-si acaso existió alguna vez en forma signiliciliva-, y
se ha susiiiuido por .sociedades inmobiliurius o ad–
ministradoras de bienes inmuebles. Estas .socieda–
des, que "representan" los intereses dc los propieta–
rios, dominan el debate público .sobre cl conflicto
inquilinario y tienden a imponer las íornias dc su
regulación, Las posiciones públicas sostenidas por
sus voceros se resumen a una reivindicación única:
la "dcsrcglamcntación" y la nu intervención del Es-
lado. Dc.sdc su punto dc vista, toda intervención es–
tatal, tipificada por los decretos dc prórroga dc los
contralos en rM2-4H, desalienta las inversiones pri–
vadas en vivienda dc alquiler. Dc darse la acción
luíblica, isla debe limitarse a las medidas dc l'o-
nieiito li.scil para la [iroducción y cl mantcniniienli)
lie la vivienda en lenta.
La rejiuLicidu jurídica del alquiler se rige por
el Codito Civil, euvas disposiciones se remontan a
l'>28 y ,se íund;imentaii en l;i existencia de nn con-
Irato iirivai.lo, piodiieto de la "liiire voluiilati" entre
las ¡lai les. lil deeieto del 7 de lebrero de l"W5, in-