ocaslon, y de entretenimiento, los transeúntes forman círculos en
torno a las histriónicas ofertas de los pregoneros. Allí hay, por ejem–
plo, vendedores de ojos de gato, raíz de nopal u otros remedios
naturales, cuya potencia encarecen los comerciantes, dejando desli–
zar en torno a ellos una enorme serpiente. Ayudados por un peque–
ño altavoz, los propietarios de las serpientes disertan sobre las cau–
sas de enfermedades renales y cardiacas o del insomnio, y elogian la
eficacia de sus remedios. Sentado sobre una escalera, el vendedor
de adornos encomia con incesante locuacidad sus brillantes ofertas
especiales, que yacen en el suelo formando una enorme pila. Tam–
bién hay un peluquero: sobre su maletín de viajante, convertido en
mesa gracias a un par de manipulaciones, sobresale la cabeza de un
maniquí con largo pelo rubio. Con hábiles movimientos y muchas
palabras, para encanto de las espectadoras, realiza por 10 pesos (2,50
DM) maravillosos peinados altos, con ayuda de un juego de rizadores.
También hay otros vendedores, menos espectaculares, que ofertan
utensilios de cocina hechos de madera, muñequitas de yute, vasijas
de barro, platos de plástico, juguetes para niños, casetes de música,
perfumes, despertadores, hebillas para el pelo, bebidas refrescantes
y comidas ligeras como tacos de canasta . En medio de este ,yetreo,
también la bolera Sofía arma su carro cada mañana y trabaja entre
transeúntes, policías y ambulantes.
La venta ambulante es una práctica urbana fundamental, que a
menudo se reproduce como rasgo específico de las metrópolis, so–
bre todo en los llamados países en desarrollo.'
La
práctica de la venta
ambulante se adecua, evidentemente, como símbolo de urbanidad,
en la cual se pueden exponer los conceptos fundamentales de ciu–
dad: densidad, heterogeneidad y complejidad. Pero, al mismo tiem–
po, ese tipo de venta es también uno de los indicadores principales
de la situación económica concreta del país.
2
Sobre LOdo en filmes documentales, la venta ambulante es reflejada en for–
ma amenazadora, como caótico escenario en calles estrechas, o como proceder
exótico con coloridas imágenes de variopintas mercanCÍas artísticamente apiladas.
Cf
Megacilies,
de M. Glawogger.
200
1...,190,191,192,193,194,195,196,197,198,199 201,202,203,204,205,206,207,208,209,210,...306