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|1ачЛп del cjeícicin dc
.iuir>ndad,
CLC
. , cnniimian plani-ánd
ose.
P ninni a
es
cl ejemplo
mAs [liiícic de (íio.
no Jcjii dc lei verdad — \ cuánia— que especiaiinmie cn
los
pnises
íubdítnirrilladas las masas pobres
son
muy
scnsihici
a la lucha por la dcmocfacia >, h
siínfín
como
ряпс dc una lucha
mAs general
por
cl
mejotamienio d f
sus
condjcit'nes dc
lida. Nicaiapue v El Salvador son ejemplos dc
csio
Peto aun cn cictias sociedades
subdc-
soifoilada
que dan prandcs
salios
en la dirección del crccimicnln económico y dc las
iransrprmBciones sociales, bajo rcpimcnes militürcs y autoriíai ics, como el ca^o dc Brasil,
cl
Jitpiímeii
'o dc
que
luiy
más
p
;iii,
> laminen
mas
cirio, no es siiliccnie pyrn coiilcnrr
hi
airacción d i la idea dcmocr.iitca.
Si, no obíianie, les licchoí niuesiran que el bienestar maierial ( j aun hasia el espiri-
Uial: masemrcKmmie
iiin,
m:is tullurn, ek ) puetle ser aknn'rido sin
que
•.e produzca la dc-
mocraliíación de la sociedad y con auioritatismo polílico. muestran larabién que, a des­
pecho de ello, la idea democrática persisie.
Conviene, por lo lanio, i i despacio con lasangarillas; no haydiscurso " o b j e i i v i s i a " ,
en nombre de lo social, capaz de oscurecer la importancia de la cuestión del acceso, de la
parlicipación y de la reglameniación del poder. Por lo menos en las sociedades que ya ex-
perimeniaron el sabor dc las libeiiades aseguradas o que recibieron los efecios de refrac­
ción de algún ceniro cuyo modelo de civiliíación contempla esias dimensiones.
En el reverso de la medalla, cl argumento iccnocràiico-derechisia.
si
esverdad que se
funda en los cambios que efeclivamenle ocurrieron cn las sociedades coniempor.ínea.s, í;e
del iene a medio camino. Es cTeciivo riue
la
propia lecnificación de
la
producción y hasia
de la vida cotidiana misma creó londiciones nuevas para el ejercicio de
la
poliiica. l.os sa-
boies específicos son esenciales hoy dia para que se consiga producir y mandar. Pero
es
una ilusión creer que sólo " e l mnnopolio del saber" asegura la eficacia, Mucho del desa­
fio
contemporaneo pasa por lo opuesio
a
esla acliiud; por lo menos hasta ahora fueron las
sociedades más capaces de genetaliíar
el
acceso a
la
información y
de
comrapesar la vora­
cidad buroeráiica por el monopolio de la técnica, ias que compaiibiliíaron
спга
más éiiio
la creatividad cim la expansión económica E hicieron eslo aumeniondo
loa controles de­
mocráticos de la
siHiertad
sobre el
F
.Uitdn, especialmenie en Europa Occidental,
engaiindoi. yc^i lo lanio, el arciimcmc de la " m o d c r m d a d " —е.чо es,
el
modo
lecnolópico de producir y vivir— estimula la posibilidad democrática. Seria correcto decir
que. astcomo la critica socialisla a
la
democrp.cia exige
que
ella se coloque
H
I
nivel de
la
so–
dedad y no apenas del Eslado, ¡a critica a la concepción derechista de la democracia exige
qut isla sea pensada a nivel del desafio de nuevas formas de generalización del saber \ de
acce'o в Iss decisiones, para que la sociedad no quede ел des"eniaja definitila ante la bu­
rocracia y el Estado,
Transformación
del modelo societario
Dicho eslo, en lugar de proseguir el camino de bosquejar una redefinición del campo
teórico en que sepuede colocar hoy el problema de la democracia, prefiero transferir ci le­
ma al plano de un conjunto dc tuesiioiics más inmediatas releridas directamente a
América Latina,
En este continente, bajo el mismo telón de fondo dedesigualdades, hay que distinguir
variadas situaciones, y conviene ordenarlas a partir de dos hechos y sus necesarias inciden­
cias. El pnmero guarda relación con la " f o r m a actual" de desairollo economico. El segundo
se refiere al procedimiento propiamente politico, a los
regimencF
y al grado de evolución
del Estado,
Eli cuanto a la íorma actual dc desarrollo, haydos procesos nuevos en cl toniincnie.
Uno, la emergencia de economías planificadas centralmente, como C u b a , y de economías
dc pnises que pasaron por iransformaciones políticas y maniienen c o m o opción el modelo
de planeamiento global. N o me referiré en este trabajo a este tipo dc sociedad. El otro,
guarda relación con los efectos del actual proceso de reorganización del espacio económi­
co a nivel mundial que contempla distintos ajusics dc laseconomías periféricas a los desa­
fíos del capitalismo oligopólico iniernacional. Esios ajustes van desde la absorción de par­
le del proceso productivo iniernacional por laseconomías locales (sea con base en la dina-
mización del mercado interno, como es el caso de Brasil y México, especialmente, sea re-
consiruyendo "enclaves industriales" para formar plataformas exportadoras, que, aun
asi, repercuten sobic el mercado interno) hasta la pura y simple estrategia de la reorgani­
zación del sector primario exportador con miras a lasbrechas que presenta el comercio in­
ternacional contemporáneo (como es advenido ei caso de Chile y con otras caractcrisiicas
el caso de la producción pelioleía).
Es obvio que no todos los países del continente latinoamericano se industrializaron
bajo el modelo "dependiente-asociado" y que tampoco pudieron encontrar brechas com­
pensadoras para la estrategia exportadora actual. Tal vez no seaexagerado decir que la
mayoría de las economías nacionales se arrastra freme a dilemas crónicos y irabajosa-
nicnie se van adaptando en cualquier forma a las vicisitudes de la explotación capitalista
iniernacional.
En cualquier circunstancia, las formas emergentes de reintegración presentan carac­
tcrisiicas relevantes;
— La gran empresa monopólica (y frecuentemente oligopólica) es la mairiz del de­
sarrollo capitalista contemporáneo,
— En las economías locales las pocas empresas que pueden combatir con aquéllas,
habiiualmente multinacionales, son las empresas del Estado o sectores privados
fuertemente protegidos por el Eslado,
— En estas circunstancias, la expresión "capitalismo de libre empresa" tiene un sen­
tido meramente relórico. La reglamentación del mercado, por la imposición oligo­
pólica o por determinación eslalal, es condición indispensable para la prosperidad
económica.
En genera!, se produce una siiuación en que la gran empresa p o r disponer del saber
Iccnológieo se asegura las ventajas de la anticipación acerca de lo que va a ocurrir en el
mercado, se precipita la obsolescencia de ciertos producios y, en fin. se manipula a los consu­
midores y sc obliga a la autoridad estala! a reglamentar a posteriori situaciones cn las
cuales la empresa ya se aseguró el control. C o m o máximo seobtiene un control comparti­
do mediante el cual el Estado abre ciertas brechas para la defensa delsector productivo es­
tatal y del capital oligopólico nacional,
Dc más está decir que los defectos de la forma contemporánea de desarrollo capitalis­
ta están lejos de limitarse al sector productivo. Ellos alcanzan al conjunto de la sociedad,
LcK's estati l"s tiempos en que sc podía caracterizar la economía dependiente dc América
Latina t o m o " d u a l " en el sentido de que habria la industrialización de una " B é l g i c a " en
el corazón de una " I n d i a " subdesarrotlada.
Los impactos de la industrialización contemporánea y de la estrategia exportadora
actual inciden sobre el conjunto de la sociedad. E.sto no quiere decir que las sociedades la-
línnamericanas se vuelvan más igualitarias y homogéneas, sino que la desigualdad aciual
es constantemente restaurada por las fuerzas desarrollisias y no es la misnic que antes. La
superexplotación del irabajo sc une s ia supc-acuniulacíón del sector privado y al papel del
Estado en el reciclaje de los recursos. El plan del "empleo m i n i m o " de Chile y la presión
que él ejerce sobte los salarios penniie la reconversión de ia economia chilena y asi por el
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