166
Tema y variaciones de literatura 44
viaje interestelar, con detalles de sus observaciones científicas;
el viaje por el hemisferio visitado; el retorno al punto de partida,
donde dará cuenta a sus anfitriones de las maravillas contempla-
das; los preparativos para el regreso a la Tierra del francés; por
otro, y cortando por la mitad la historia de Dutalón, el ingreso im-
pertinente de “una tropa de Ministros infernales” a la “Assam-
blea”
32
del Congreso, conduciendo “la alma de un Materialifta,
qe. en el punto de la separación de el cuerpo fue arrastrada a la
puerta de el infierno; en donde no quizó recivirle Luzbel, diciendo,
[...], qe. es un espíritu inquieto, turbulento, enemigo de la socie-
dad racional y de la espiritualidad de la alma”,
33
ingreso que da
pie a un intercambio de saberes entre anfitriones y visitante, antes
de concluirse esta historia con los “Demonios, siguiendo su derro-
ta à aquel occeano de fuego” —esto es, el Sol—, destino decidido
por el enfurecido Luzbel, clausura que permite la continuidad de
la saga de Dutalón. Concluidas estas dos historias subalternas, en-
treveradas con la central, sobre todo la del extranjero, la carta se
cierra también, haciendo coincidir los preparativos del viaje hacia
la Tierra de Dutalón —quien se propone escribir unas memorias o
una narración de viajero, prometiendo a los anfitriones entregar-
les algunos ejemplares en próxima visita— con una súplica del
“Prefidente de el Athenéo”: “pasar, por la Peninfula de Yucatán;
y poner en mano propia de el Br. Dn. Ambrofio de Echeverria, [...],
este escrito”. Con este final, llega otra de las sorpresas del relato
de Rivas: el ingreso del autor ficcional, a saber, el Secretario del
Presidente, que se afirma como el verdadero creador de
Syzigias y
quadraturas lunares...
: “Y a mí el presente Secretario mando el
Presidente del el Athenéo Lunar, diera fee de todo lo dicho, y
obrado y lo firmara de mi nombre, lo qe. hago hoy 7 de el mes Dy-
dimon de nuestro año de el insendio Lunar 7914522”.
34
No es,
desde luego, esta clausura una osada apuesta narrativa, sino una
estrategia para escabullir la censura y la represión de los tiempos
novohispanos, lo cual no se logró pues Rivas fue sujeto de juicio
inquisitorial. Sin embargo, eso no impide afirmar que “Fray Ma-
nuel Antonio de Rivas fue un ilustrado que se burló de personajes
de su época y que expresó una postura frente a formas de cono-
32
Ibid
., p. 109.
33
Ibid
., pp. 109-110.
34
Ibid
., p. 115.
Temas_44.indb 166
21/10/15 15:05