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Tema y variaciones de literatura 44
go locuaz”.
59
El fondo didáctico, como será usual en la fábula
mexicana, es ejemplificar cómo los padres, por su simplicidad y rus-
ticidad, pueden llevar a los hijos al indeseado ámbito del escarnio.
A “[Para que en la corte]”, seguirá la “Fábula de los asnos y el
caballo”, de Mariano Barazábal (Taxco, Guerrero, 1772-Ciudad
de México, ¿?),
60
publicada también en el Diario de México, el 20 de
octubre de 1805.
61
Es una crítica a algunos miembros de la Arcadia
59
Loc. cit
.
60
En algunos trabajos se indica como fecha de muerte de Mariano Barazábal
el año 1807. Mireya Camurati,
La fábula en Hispanoamérica.
México,
UNAM
, 1978,
p. 111. Dicho aserto es totalmente falso pues hacia 1812 aún se publicaban sus
fábulas en
El Diario de México
. Argumentar ediciones póstumas sería posible si no
existiese en el
Águila Mexicana
(t.
II
, núm. 137. México, 29 de agosto de 1823, pp.
505-506) un aviso de suscripción a favor de una coleccioncilla de Mariano Barazá-
bal: “Entre los ingenios que medio despertaron al ruido del primer papel periódico
que conocimos en esta capital el año de 805, que fue el
Diario de México
(debido
al patriotismo acendrado del sabio y benemérito Sr. Ministro d. Jacobo de Villau-
rrutia), vive todavía un sujeto harto conocido que probó sus fuerzas en varios de
los ramos de que la poesía consta y se dedicó con más aplicación al de fabulista.
Así que hay esparcidas en los diarios de aquel tiempo muchas fábulas suyas, orales,
literarias y políticas sobre diversos asuntos, cuyo número considerable se ha dedi-
cado a aumentar con una tercera parte más de otras nuevas a fin de publicar la
coleccioncilla”. Se agrega después: “Mas porque la delicadeza del autor se abo-
chorna de que las personas que lo favorezcan con suscribirse a su obrilla no que-
dasen gustosos de ella después de gastado el dinero, quiere dar muestra con 6
fábulas, las 3 de las antiguas (de que acaso ya el público no se acuerda, en lo ge-
neral hablando) y 3 de las nuevas, que insertaremos por delante en los siguientes
números a fin de que los aficionados vean la clase de la obra a que se suscriben, y
comparen entre las antiguas y modernas, que así se designarán si el ingenio del
autor ha desmerecido o caducado, para que no empleen fuera de gusto su dine-
ro”. Ignoramos si la mencionada coleccioncilla se publicó finalmente y por qué no
se indicó en el aviso el nombre del autor de ella —quizá el pudor de haberla remi-
tido él mismo—, mas se puede confirmar la identidad de su autor cuando entre las
tres fábulas antiguas que da a conocer en tanto muestra incluye “Los dos ratones”
(Mariano Barazábal, “Los dos ratones”, en
Diario de México.
México, 6 de mayo
de 1807). Véase la edición facsimilar de 1985 de la
Antología del Centenario. Es-
tudio documentado de la literatura mexicana durante el primer siglo de indepen-
dencia
, introd. de José Luis Martínez, dir. y pres. de Justo Sierra, adver. de Luis G.
Urbina, Pedro Henríquez Ureña y Nicolás Rangel, estudio prel. de Luis G. Urbina, t.
II
. México,
SEP
, 1985, pp. 721-722, ampliamente documentada como de su perte-
nencia. Por tanto, hacia 1823 aún estaba vivo y productivo. Agreguemos, además,
que en 1822, con el pseudónimo Anfriso, bajo el cual publicaba Barazábal, se edi-
tó su homenaje poético al emperador Agustín de Iturbide, “en el día fausto de su
coronación”. (Mariano Barazábal,
Ramilletito alegórico de flores poéticas que de
su simple huertecillo ofrece a nuestro amado Emperador, en el día fausto de su co-
ronación, el rústico Anfriso.
México, Imprenta Imperil del Señor Valdés, 1822.)
61
Mariano Barazábal, “Fábula de los asnos y el caballo”, en
Diario de México
,
t.
I
, núm. 20. México, 20 de octubre de 1805, p. 77. Firma El Aplicado, seudónimo
que corresponde a Mariano Barazábal. Véase Manrique de Lara y Monroy Baigen,
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