a satisfacer. Por olra parte, cs indudable que la
presencia de recursos no gubernamentales condi–
cionó la acción gubernamental al conferir una base
material de apoyo al desarrollo independiente de
las organizaciones sociales y al convertir en una ne–
cesidad la demostración por parte de las autorida–
des de su capacidad de actuar eficazmente y dc
acuerdo con los compromisos asumidos.
Seguramente, los programas independientes de
vivienda han arrojado como saldo importante la
formación de un número considerable de dirigentes
con capacidad de gestión y una valiosa experiencia
en la organización comunitaria y en la dirección y
administración de proyectos. Formación que fue
facilitada a través de su profesionalización hecha
posible por los recuses proporcionados por las
ONfi, cn cuya distribución normalmente se con–
templaron los gastos necesarios para las aaividadcs
dc ge.stión.
1.
lista
es
la
denominación que se dio en el texto reforma–
do de la ley reipcctiva para cl D.F., a las viviendas en condomi–
nio construidas en los predios expropiados.
2. As/
denomina S. Zernieño a las organizaciones sociales
de base centradas en demandas específicas
y
localizadas, véase
Zcmicfio.
1987.
1...,399,400,401,402,403,404,405,406,407,408 410,411,412,413,414,415,416,417,418,419,...470