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POS I C I ÓN ECONÓMI CA I NTERNAC I ONAL :
¿HEGEMONÍA O RETROCESO?
El fin de la Segunds^^Guerra Mundial estableció la
preeminencia de la economía de Estados Unidos
en el ámbito del sistema capitalista internacional.
Desde ese entonces y hasta mediados de la década
de los setenta se estableció una clara supremacía
estadounidense reflejada, entre otros indicadores,
a través de sus excedentes financieros y comerciales
en sus relaciones con el exterior.
En términos generales, "la hegemonía capitalis–
ta mundial se debe manifestar en la capacidad de
poseer tres elementos básicos. Primero, el poder
de determinar la reglamentación del funciona–
miento y la operación del capitalismo como sistema
integrado... Segundo, convertir a su moneda en
patrón internacional exclusivo... (constituyéndose
en) banco central del sistema capitalista... Tercero,
la capacidad de financiar la recuperación y la acti–
vidad económica internacional".' Y, para el perio–
do aludido, la economía estadounidense cumplía
con éstas y otras exigencias.
Por más de dos décadas, Estados Unidos fue la
mayor potencia económica mundial; era el país
más destacado en las ramas industrial y comercial.
Sus tasas de crecimiento, además de competitivas,
tuvieron un ritmo mucho mayor que el actual.
As imi smo , el salario real aumentó conside–
rablemente. Por su parte, la tasa de interés era, en
promedio, un 20% de las actuales, al tiempo que
no se registraban déficit fiscales y que el crecimien–
to de la inflación no rebasaba el 2% anual"* Todo lo
anterior, y más, alcanzado con poca apertura de su
economía hacia el exterior.
No obstante lo apuntado, la pérdida de su
posición privilegiada se empieza a manifestar des–
de la segunda mitad de los años setenta y eviden–
ciarse más claramente para la siguiente década. Los
años ochenta presentarían la combinación de dos
hechos, novedosos por aquel entonces, que confir–
marían la fragilidad acumulada de la economía
estadounidense: por un lado, su menor presencia
José Rangel, "La reaganomics y la hegemonía estadouni–
dense. Un deterioro irreversible", en Revista Comercio Ex-
teiior, México, enero 1990, p.l3.
Ibidem.
en las relaciones económicas internacionales, y por
el otro, los avances sustantivos en los niveles de
productividad y competi tividad de otros países,
especialmente de Alemania y Japón. Ambos ele–
mentos debilitaron los poderes productivo y co–
mercial del primer país, a la vez que explicaban el
surgimiento de nuevas y dinámicas economías a
nivel mundial.
En efecto, desde hace poco más de un decenio
Estados Unidos ha venido presentando fuertes pro–
blemas. Como se menciona más adelante, la dimen–
sión de su deuda, tanto interna como externa, y sus
déficit fiscal y comercial resultan graves y, al pare–
cer, de no fácil solución debido a sus grandes
rezagos tecnológicos y de productividad.^ Rezagos
que junto con su estructura de costos han incidido
negativamente en su nivel de competitívidad inter–
nacional. La manifestación de esta última etapa
conflictiva presenta entonces un carácter es–
tructural.
En consecuencia, hay varios interrogantes por
resolver. Entender, por ejemplo, cómo y por qué
Estados Unidos dejó de ser el país de mayor pre–
sencia en las exportaciones mundiales durante
1986 y 1990 (al ser sustituido por Alemania), des–
pués de su largo liderazgo iniciado al término del
segundo conflicto bélico mundial.^ Así, a pesar de
que Estados Unidos recupera la posición de primer
país exportador para 1989, al aportar el 12.6% de
las exportaciones totales a nivel internacional, tan–
to Alemania como Japón son ejemplos de econo–
mías que han venido cobrando fuerza importante
en este renglón. La primera no sólo ha superado a
la estadounidense, como se apuntó, sino mantiene
su destacada participación con una tasa promedio
superior al 12% para 1986-1991; y la japonesa, al
pasar su participación en este renglón del 7% que
^ Bernard Corro B., "Apertura comercial en México y nueva
proyección mundial de los Estados Unidos", en Revista
Comercio Exterior, México, julio 1991, p. 677.
^ Realmente la posición de Estados Unidos se ha deteriorado
marcadamente. Según información del FMI su participación
en las exportaciones mundiales después de la Segunda
Guerra Mundial representaba el 20% del total. Igual situa–
ción se presenta para el caso de la producción, ya que su
aporte cayó del 30 al 20% del PNB mundial durante el
mismo periodo.