Cuadro 2.5 Estados Unidos: precios, costos y productividad
Concepto
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990 1991*"
Consumo
índice de precios
al consumidor
(Tasa de
13.5
10.3
6.2
3.2
4.3
3.5
1.9
3.7
4.0
4.8
5.4
6.7
crecimiento anual)
Salarios
Remuneración
8.5
10.0
6.3
3.9
4.0
3.8
2.1
1.8
2.7
2.9
n.d.
n.d.
por hora (dólares)
(Manufacturas tasa
de cree, anual)
Productividad
(PNB. Empleo)
(0.6)
0.8
(1.7)
2.2
2.5
1.3
0.4
0.8
2.2
0.8
n.d.
n.d.
' Proyección de la
OECD.
Fuatíe: Siabondo con haae en mi, EsUuiútÍcasFifUincÍ£rasIntemacionaUs,\2^
OíCD,
Economic Surveys,
Estados Unidos, 1989-1990.
bruscas caídas al pasar de 1.9 a -2.5, de 2 2 a -7.1,
de 1.1 a -0.9 y de 10.3 a 2.3%, respectivamente;
mientras que la participación del desempleo res–
pecto de la fuerza de trabajo de ese país alcanzó su
nivel más alto del periodo al subir del 7.6 al 9.7%.
Asimismo, junto al coeficiente de productividad
que volvió negativo y el más bajo del decenio (-1.7),
el ritmo de crecimiento de los salarios descendió
de 10 a 6.3% y el de la inflación, aunque bajó del
10,3 al 6.2%, siguió siendo elevado en relación con
el de otros países industrializados y con la propia
experiencia de la economía estadounidense (véase
Cuadro 2.5).
Se trató, en síntesis, de una situación problemá–
tica que combinó descensos importantes en los
niveles de producto, empleo, productividad y sa–
lario, al lado de altos índices de desempleo con
inflación.
Desde ese momento, la política económica se
apoyó prácticamente en tres aspectos principales.
Primero, en una política monetaria restrictiva con
altas tasas de interés y sobrevaluación del dólar.
Segundo, en reformas fiscales que pretendían mo–
tivar los coeficientes de inversión y, a través de esto,
los de producto y empleo, así como reducir el nivel
del gasto público y frenar la inflación. Tercero, en
un proceso de privatización doiide la Ubre relación
de las fuerzas del mercado fijara los niveles de
actividad económica. El conjunto de medidas, bre–
vemente presentado, apuntalaba la orientación de
la nueva política económica.
Mientras que la política fiscal se orientaba a
reducir el déficit, la monetaria intentaba frenar la
inflación; esto hizo posible que no se gestara un
mecanismo de estímulo compensatorio a la econo–
mía. La Reserva Federal actuaba como si la infla–
ción fuera el peligro principal. Las tasas de interés,
por otro lado, alcanzaron altos niveles, en parte por
su competencia con las externas, principalmente
de Alemania y Japón. En forma adicional, confor–
me la década avanzaba, el sistema financiero pre–
sionó en la misma dirección, debido a la escasez de
crédito interno provocado por el desgaste de sus
instituciones y por las altas tasas externas de in–
terés.
Por otra parte, al superar el déficit fiscal al
excedente de ahorro interno se generaban los dé–
ficit en cuenta corriente que buscaban fuentes
externas de financiamiento. Los llamados dese–
quilibrios gemelos (fiscal y externo) provocados
sugerían, pues, que no se podía contar con la
política fiscal como instrumento para contrarrestar
las tendencias recesionistas, al menos en el media–
no plazo. Reducir el déficit implicaba aumentar el
riesgo de una recesión.
A pesar de que la economía siguió su crecimiento
12
Véase William Cline, "Perspectivas del crecimiento y el
ajuste extemo de Estados Unidos. Las implicaciones para
el libre comercio con México", en varios,
México ante el libre
comercio con América del Norte,
El Colegio de México, 1991,
especialmente pp. 218-219.