b o s saltos burocrático-miütares hacia l a centralización total d e i poder y el exce
d e n t e e c o n ó m i c o , conllevaron la e l i m i n a c i ó n d e los logros democráticos d e l perio
d o anterior, y f u e r o n respuestas a f e n ó m e n o s aparentemente contingentes, como
el desencadenamiento d e la guerra civil y la intervención extranjera e n 1918 o la
l e n t i t u d d e los logros d e la N E P y el t e m o r ante la superioridad e c o n ó m i c a y m i l i
tar d e l capitalismo e n 1928-29.
E n los hechos, el resultante d e esas políticas d e construcción socialista tuvo
m u y p o c o q u e v e r c o n los esbozos teóricos precedentes - d e los clásicos d e l mar-
x i s m o - , y m u c h o
-4
:asi t o d o - c o n condiciones históricas compulsivas q u e orillaron
a l o s revolucionarios rusos a seguir d e t e r m i n a d o s caminos para p o d e r alcanzar y
consolidar su p o d e r . D e n t r o d e ese contexto, la aportación f u n d a m e n t a l d e los ac
tores d e l proceso a l a teoría marxista d e l sociali.smo, n o estuvo t a n t o e n las ideas
que a l a larga prevalecieron, sino e n el r i q u í s i m o conjunto d e formulaciones dese
chadas y temores fundamentados c o n f i r m a d o s a la largo de la historia.
E l p r i m e r g r u p o de ese arsenal crítico se d i o e n torno a la p r o b l e m á t i c a d e la
d e m o c r a c i a , y apareció desde el m o m e n t o m i s m o e n que losbolcheviques ascen
d i e r o n al poder. E n la tradición marxista prcbolchevique, el socialismo -cualquie
ra fuera la f o r m a e n que se le d e r m i e r a - sólo podía seralcanzado a través d e la or
ganización d e m o c r á t i c a d e l E s l a d o y l a sociedad y del respeto a los derechos de
los ciudadanos y los pueblos. Pero p o r razones siempre fundadas e n necesidades
reales o supuestas d e la revolución, el b o l c h e v i s m o desconoció desde el comienzo
los derechos d e m o c r á t i c o s d e l conjunto d e l pueblo ruso, al comenzar p o r suprimir
las instituciones representativas generales ( c o m o la Asamblea Constituyente con
vocada p o r ellos mismos), para continuar e l i m i n a n d o la democracia directa más
genuina d e la r e v o l u c i ó n (los soviets),'^ cuya existencia había sido utilizada p o r su
" s u p e r i o r i d a d sobre la democracia f o r m a l " para justificar la liquidación de esta
acumulación sociilisia" ( " L a ley fundamental d e la acumulación socialista prímiliva", en Bujerín-
Preobrazhensky,
La acumulación socialisla.
Comunicaciones, Madrid, s.f.). lista politica de "dictadu
ra de la industria" (conforme la denominó Trolsky). fue planleada por la Opcsición de Izquierda
y
aplicada hasta cl máximo desus posibilidades por Stalin a partir de
19Ш.
Uno de suselementos fue la
colectivización forzada de la agricultura (establecida para controlar la letalidad del excedente agra
rio), a costa de una feroz guerra civil
y
una terrible hambruna que dejó millones d e muertos y liquidó
más de la mitad de las existencia ganaderas.
1^ Independientemente de los factores objetivos que debilitaron la organiución soviética en los
dos primeros ahos de la revolución (como la guerra civil o cl derrumbe de la economia), dichos orga
nismos fueron liquidados de hecho por lospropios tralchcviques al prohibir la participación de ios
patiidos opositores y los ciudadanos independientes desafectos. Tal prohibición n o se debió
i
la com
plicidad de losmismos con la contrarrevolución armada, pues envolvió э fuerzas opositoras como el
núcleo principal de los mencheviques que babi'a expulsado de sus files a los que colaboraban con la
misma. Este último partido socialista, por ejemplo, luchaba porla reanudación de la asamblea consii-
tuycnic y la organización de la protesta pacífica contra la orientación totalitaria del gobierno, y susu
presión definitiva fue decidida en 1921. después del Пп de la guerra ch^L La razón principal parece
haber sido la impórtame y probablemente creciente fucila que los mencheviques tenían denlio del
movimiento obrero (véase Samuel Färber,
Befare Suilinism The Rix and Fall of Savia
Democrocy,
Polily Press. Cambridge. 1990).
Ultima. H i z o io mismo c o n la organización d e la p r o p i a ciase obrera ai suprimir la
autonomía d e los sindicatos, p r o h i b i r el derecho d e huelga y militarizar d e hecho
cl trabajo, para terminar l i q u i d a n d o la democracia al interior d e l p r o p i o partido
j o b e m a n t e . L a dictadura revolucionaria d e los bolcheviques n o sólo afectó los de–
rechos políticos de los opositores y la p r o p i a mayoría d e la población, sino tam–
bién sus ideas, al institucionalizar la prohibición y censura de lasm i s m a s ' " y pros–
cribir las expresiones culturales independientes. Parte fundamental d e estos
procesos, fue la institucionalizaeión d e l " t e r r o r revolucionario" y las prácticas re–
presivas arbitrarias d e la policía secreta - n o limitadas p o r n o r m a legal ajguna-
desde m u c h o antes d e 1929, que permitieron c o n f o r m a r la nueva ideología repre–
siva que cristalizaría c o n el advenimiento d e l stalinismo. E l trato q u e d i o a las na-
cionaliilades oprimidas p o r el zarismo n o fue mejor que el que padecieron los ciuda–
danos de Rusia - c o m o n o l o sería tampoco el d e las democradas populares-, a pesar
de que la lucha e n favor del derecho a la autodeterminadón de las nadones habiíi
constituido u n o d e los elementos centrales d e la tradición revoludonaria leninista.
Este tipo d e orientación antidemocrática f u e resistida y denunciada p o run
gran espectro de personalidades y corrientes marxistas fuera y dentro d e P.usía y
del p r o p i o partido gobernante. L a másconocida d e ellas f u e la crítica d e Rosa
L u x e m b u r g o a la supresión d e las instituciones democráticas representativas, que
tuvo gran eco entre los propios bolcheviques. C o n f o r m e a ella, ese tipo d e m e d i –
das "sofoca l a fuente viva d e la que únicamente pueden surgir lascorrecciones de
las insufíciendas congcnitas a las instituciones sociales, una vida política activa, l i –
bre y enérgica de lasmás amplias masas" (en
Crítica de la revolución rusa).
L a su–
presión de la autonomía sindica! y los derechos d e la clase obrera, f u e combatida
p o r diversas corrientes d e l p r o p i o partido gobernante como la Oposición Obrera,
los Centralistas Democráticos o bolcheviques " d ederecha" c o m o T o m s k y , Riaza-
nov o Lozovsky. E l advenimiento d e l m o n o l i t i s m o stalinismo, fue también resisti–
d o m u y firmemente, tanto desde perspectivas voluntaristas radicales q u e defen–
dían la democracia interna d e l partido,'5 c o m o desde la " d e r e c h a " bolchevique
18 El gobierno bolchevique impuso en los primeros aftos de la revolución un régimen de ecn.iura a
las ideas y expresiones artísticas que cl propio Trotsky calificó de "durísima" en el prólogo a su obra
Lileratu/a y raolución.
Según su concepción (que expresaba el punto devista de la dirección bolchevi–
que), esla debía ser manienida indefinidamente. " L acensura de la revolución desaparecerá por inúlil
-escribió- el día que cl proletariado venza deun modo
duradero
en los más poderosos países de Occi–
dente" (subrayado por mí, A.D.). Como se haseñalado con entera justicia, "cl error de Trotsky noeta
solo el de una excesiva segundad en la inestabilidad y la rapidez de la revolución mundial, como se le
reprochó en las polémicas que sesucedieron y como confirmó el curso de los acontecimienios. sino so–
bre todo elde ignorar que se estaba constituyendo grupos de podcry centros depoder en la 'dictadura
del proletariado' gracias a la 'duri'sima' censura revolución ana; fenómeno que posteriormcnle, como
es sabido, no hizo mis que cristalizar y desarrollarse" ( V , Strada, " D e la revolución cultural al realis–
mo socialista", en£ J. Hobsbawm.//ú/aria cíe//ruvxúmo, L 8, Bruguera, Barcelona, 19E3).
' ^
crítica de la oposición iroiskista de izquierda al stalinismo estuvo mucho más centrada en
cuestiones de estrategia política revolucionaria (conocido debate sobic revolución mundial
y
socialis–
mo en unsolo país), que enaspectos democráticos. E neste ùltimo campo, la crítica de Trotsky apuntó
a la bu roerá tización delpartido y su organización interior. Pero fueacompañada porpuntos de vista