ció con el entorno físico y con el usuario y también puede definir el grado de
control económico.
No hay duda que la traducción a otro medio, de esta manera, ayudará a al
gunos diseñadores, posiblemente a los que tengan facilidad verbal. La nue
va analogía de diseño ayudará por sí misma a que broten nuevos
acercamientos al problema; pero también no hay duda de que otros la toma
rán como una inhibición grave: encuentran que la verbalización es difícil y
aún irrelevante para sus propósitos. De manera similar el "encontrar la for
ma" es descrito como una actividad gráfica, en la que los elementos impor
tantes son localizados de acuerdo a sus necesidades en términos de
orientación, accesos, relaciones exteriores, etc.; dentro de este patrón de zo-
nificación, los espacios individuales son colocados de acuerdo a requeri
mientos de circulación. Sobre esta base se preparan una serie de soluciones
y se selecciona una de éstas para desarrollarla.
El método de Manchester de hecho forma la base del proceso de diseño, de
la sección del manual de operación del Riba (1955); las etapas son:
1)
Programación (resumen, programa preliminar, programa).
2)
Estudio general (significado, búsqueda de la forma, evaluación) .
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