2.2.2.4
Un Argumento en Contra
E s evidente que cualquier problema requiere para su solución una forma,
sobre todo si es de diseño. Por lo tanto el argumento más sólido en contra
de esta necesidad de descubrir los supuestos y causas últimas de los pro
blemas planteados, es que esta investigación retrasa o aun imposibilita la
acción
del diseñador. El argumento es váldio y apunta precisamente hacia
algunas de las fallas más evidentes en los procesos lineales de diseño, pues
es precisamente por medio de esa acción que la
forma
se logra. Pero esta
validez no impide ver su debilidad en otro aspecto, ya que el hecho de que
se adopte la acción en el diseño no es la postura contraria a este argumen
to1 , ni lo es tampoco el requerir que el problema sea visto críticamente den
tro de su contexto; lo contrario es, precisamente, que una acción de diseño
de la que no se sabe concientemente dónde y bajo qué circunstancias se
origina, es, desde tal origen, vista y evaluada como una hipótesis de diseño.
Y es ésta precisamente la contradicción fundamental de los "activadores in
conscientes" del proceso.
Un diseño (por extraordinario que parezca), que surja de una hipótesis pre
via que sólo se conoce superficialmente, falsea todo el proceso del cual pre
tende ser el resultado, debido simplemente a que esta solución resuelve sólo
los aspectos "relevantes" de la hipótesis inicial. Esto no quiere decir que no
se sepa que toda hipótesis es selectiva y que para poder ponerla en práctica
se excluyen consciente o inconscientemente muchas variables. Pero esta
cándida exclusión de variables que el diseñador casi necesariamente por su
"especialización" no conoce, hace que esta actitud sea particularmente peli
grosa15; sobre todo por el impacto que tales soluciones tienen en países de
sesperadamente necesitados de un modelo propio del proceso de diseño.
2
.
2
.
2.5
¿Qué Hacer?
L a s direcciones que tiene actualmente la metodología del diseño son suma
mente variadas, en general son más definidas en sus propósitos que las
surgidas en la década de los años 60. También, van más orientadas a la ac
ción concreta en lugar de los anteriores métodos de investigación que casi
bloqueaban la posibilidad de actuación formal, debido a su pretensión de
análisis exhaustivo, que sólo era una cobertura para la actitud de reverencia
al "método" en sí mismo.
Las tendencias principales a las que se podría dedicar mayor atención son:
13 .
, op. cit.. pág. 71.
G. Bonsieppe, Op. Cit.,
págs. 231 a 239.
14
.
T. Maldonado, Q&._SÍt.
págs. 43 a 46.
15. véase introducción al ar
tículo de Brolin y J. Zeisel,
"Investigación Social y Dise
ño1, en Emerging Methods
in Environmental Design. G.
Moore. M.l.T Press, Cam
bridge, 1970, pág 239.
16. El Prefacio del libro ya ci
tado de T. Maldonado. G.
Bonsiepe,
o p .
cit.. págs. 170
a 171 y Prefacio de G. Moo
re,
o p .
cit. págs. XII y XIII.
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