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¿DISEÑAR CON FRACTALES? ¡VAYA UN ABSURDO!
el despliegue, la impresión o la distribución de las imágenes (fijas o animadas)
y,
a pesar de las
dificultades conocidas, el concepto de compresión fractal ha revolucionado por completo la idea
tradicional que teníamos sobre la imagen.
2l7
La importancia de la geometría fractal y del caos determinista no es para nada desdeñable,
ya que más allá de su sorprendente aportación conceptual, tienen una inmediata aplicación
práctica; se revelan, además, como una promesa para aplicaciones insólitas en los campos
más diversos.
2l8
La dimensión fractal, por ejemplo, determina el grado de lisura o rugosidad
de un objeto, y permite comparar esta propiedad entre objetos de longitud infinita. Así, al
revolucionar el concepto de medición exacta, los fractales tienen hoy un gran impacto en el
campo de la metrología.
2l9
Con esta domesticación matemática de las formas irregulares de la
naturaleza, la geometría fractal contribuye a borrar la férrea división entre las formas simples
de la geometría euclidiana y las formas irregularmente complejas de la realidad (física, quí–
mica, biológica), facilita
el
desvanecimiento de la rígida frontera entre las
ciencias duras
y las
ciencias de lo impreciso.
220
Sería algo extremadamente útil - dice Monroy- poder construir máquinas matemáticas capaces de
diseñar y controlar curvas fractales, porque se estima que vendrían a revolucionar de manera nunca
antes vista el avance de la ciencia y la tecnología':221
Exageraciones aparte, habría que añadir que al permitirnos revalorar nuestra comprensión so–
bre el universo de las formas que nos rodean, dicha tecnología nos abre el umbral a universos
insospechados de creatividad para las disciplinas del diseño. Por otro lado, más allá de la lógica
bivalente de Aristóteles, podríamos aprender a beneficiarnos de la lógica difusa , de esa lógica
borrosa o multivalente que promete arrasar con los paradigmas tradicionales; en caso de que
así lo hiciéramos, el cambio de paradigma sería bienvenido porque nos permitiría ampliar las
fronteras del saber.
222
Si nos fuera bien, acaso los más recalcitrantes enemigos de las nuevas
ideas, y de sus respectivas nuevas tecnologías, podrían recapacitar y admitir que, a fin de cuen–
tas, el riesgo de asumir el diseño fractal no sería peor que el que asumimos desde hace milenios
en Occidente con la adopción incondicional de la geometría euclidiana. En todo caso, como
sucedió con tantos y tantos cambios de paradigma en el pasado, la nueva herramienta
(el
nuevo
paradigma de diseño) no sería mera tecnocracia (salvo para quien así lo quiera usar), sino un
saber complejo materializado con ayuda de las computadoras.
217
Vicente Talanquer.
op.
cit., pp. 28, 42, 61 Y11.
218
ej,
Eliezer Braun,
op. cit.,
p. 154.
219
ej,
César Monroy Olivares,
op. cit..
p. 64.
220
ej,
James Gleick,
op. cit. .
p. 117.; véase asimismo Abraham, A. Moles,
op. cit., passim.
221
César Monroy Olivares,
op. cit.,
pp. 303-304; véase asimismo p. 30.
222
¡bid.,
p. 361; véase asimismo: Bart Kosko,
Pensamiento borroso. La nueva ciencia de la lógica borrosa,
Barcelona, Crítica,
Drakontos, 1995.
1...,116,117,118,119,120,121,122,123,124,125 127,128,129,130,131,132,133,134,135,136,...144