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¿DISEÑAR CON FRACTALES? ¡VAYA UN ABSURDO!
geometría fractal y del caos determinista. Si en el amanecer del movimiento moderno las gentes
decían: "la forma sigue a la función'; en nuestro amanecer ¿posthumano? las gentes (o sus máqui–
nas) posiblemente dirán: toda forma es la manifestación momentánea del caos.
Después de milenios de aceptar y propagar la idea de que el diseño se logra a base de for–
mas simples, después de eones de restringir nuestra imaginación creadora a los modelos de la
geometría euclidiana, después de esa
calma chicha
que nos aseguraba que el mundo simple
regido por leyes simples exigía diseños igualmente simples, los exploradores de los continentes
inéditos del caos y de los fractales se conducen ahora con un espíritu más afín a Colón y a Maga–
lIanes, que al de Euclides y los astrónomos ptolemáicos (con su manía por los epiciclos
ad hoc);
esperamos que nuestros descendientes recobren esa estatura de descubridores y nos deleiten
con el hallazgo de los nuevos continentes del diseño.
La idea de fractalidad surgió como una manera de describir, calcular y pensar las formas
irregulares y fragmentarias, quebradas e interrumpidas, forma s que van desde las curvas crista–
linas de los copos de nieve hasta los polvos discontinuos de las galaxias. Sin embargo, dado que
nosotros estamos hechos de
polvo de estrellas,
esta idea sugiere que sus leyes atañen no sólo a
los procesos naturales, sino a los procesos humanos. Si bien - según Gleick- la obra de Man–
delbrot implica que la fractalidad es la clave para entender la esencia de las cosas, no sabemos
si las leyes de la formación de patrones fractales son universales. En todo caso, el concepto de
autosimilitud es una nueva manera de entender las totalidades y de apreciar las relaciones entre
diversas escalas, y la dimensión fractal una vía para medir cualidades antes sin definición, tales
como el grado de irregularidad, de rugosidad, o de fragmentación, de los eventos que suceden
en el mundoy2
Como consecuencia, las ideas de caos y de fractalidad afectan nuestra percepción geométrica
de la naturaleza,2l3 el paradigma del pensamiento complejo extiende sus habilidades para hallar
un orden disimulado dentro del caos aparente y, al intentarlo, nos alienta a crear nuevas esté–
ticas y nuevas sensibilidades. A las preguntas: ¿es la geometría euclidiana el resultado directo
de concebir al mundo como una estructura sujeta a leyes mecánicas simples e inertes? y, ¿es la
geometría fractal el resultado directo de concebir al mundo como una estructura sujeta a leyes
metamecánicas (biológicas, cuánticas, relativistas, caóticas)?, podríamos responder provisio–
nalmente en estos términos: si la mecánica clásica dio como resultado una imagen euclidiana
del mundo, las ideas contemporáneas de la complejidad dan como resultado una imagen fractal
del mismo, imagen sujeta a las sorprendentes leyes del caos determinista. En lo que a nosotros
respecta, podríamos lanzar una tesis temeraria: la geometría fractal es al diseño del próximo
futuro lo que la ingeniería genética es hoya la biología. Pareciera que la nueva geometría, repre–
sentante genuina de una época emergente, muestra ya sus encantos para cautivar a las nuevas
generaciones con la misma facilidad, espontaneidad, soltura y evidencia, con que la geometría
euclidiana lo hizo con nosotros y con nuestros ancestros de muchísimas generaciones.
Ahora bien, el universo fractal es tan complejo que una imagen desplegada en pantalla, por
perfecta, por completa, o por gigantesca que sea, no puede mostrar sino la superficie visible del
212
Cf.
James Gleick,
op.
cit. ,
pp.
113, 114, 94 Y98.
213
eJ,
César Monroy Olivares,
op.
cit..
pp.
360-36 1.
1...,114,115,116,117,118,119,120,121,122,123 125,126,127,128,129,130,131,132,133,134,...144