Los anos que van de 1920 a 1934, se caracterizaron por la hegemonía que lograron imponer los
sonorenses Alvaro Obregón
y
Plutarco Elias CaHes al resto de los generales revolucionarios. Como
Presidentes de la República, ambos se caracterizaron por considerar al ejido como una forma
transitoria que deberla culminar en la formación
y
consolidación de la pequena propiedad.
Los 7.6 millones de hectareas repartidas desde 1917 hasta 1934, no pusieron fin al latifundio unidad
central del sistema de producción agrlcola, ya que sólo representaba el 6.7% de la tierra que los
grandes latifundistas tenlan a fines del porfiriato.
En 1930 la estructura de la tenencia de la tierra en México, seguía mostrando una alta concentración
de tierras, pues las propiedades de más de mil hectáreas abarcaban 83.5% de la superficie de fincas
rústicas
y
los predios de más de 10 mil hectáreas, unas 1 800 haciendas que representaban el 0.3%
de todas las propiedades, controlaban 55% de la tierra cultivable. Paralelamente había 2.5 millones de
campesinos sin tierra, es decir, 77% de toda la población ocupada en la agricultura. Por otro lado, los
ejidatarios no contaban con los medios necesarios para realizar una explotación agrícola exitosa, en
gran medida por el tipo de tierra que se les entregó y por la falta de infraestructura agropecuaria
y
de
equipos de cultivo.
Con el General Lázaro Cardenas en la Presidencia de la República, se inició un cambio radical de la
estructura de la tenencia de la tierra. Durante su sexen io el ejido no fue considerado una etapa
transitoria hacia la pequena propiedad ni complemento salarial, sino concebido como el eje principal
para emprender una transformación de fondo. En este sexenio, la tenencia de la tierra sufrió una gran
transformación. Mediante sus resoluciones presidenciales Cárdenas entregó casi 18 millones de
hectáreas. El reparto efectiva, sin embargo, fue de 20 074 704 hectáreas, lo que significó
prácticamente el doble de las tierras repartidas en los 19 anos anteriores. Asl mismo, mientras de
1917 hasta 1934 se había beneficiado a un total de 942 125 campesinos, durante los seis anos de la
administración cardenista, se dotó a 771 640 campecinos. En relación con el lotal de las áreas de
cultivo, la proporción de las tierras ejidales tuvo también un crecimiento significativo; de 1934 a 1940,
el sector ejidal incrementó de 6.3 a 22.5% su participación en las tierras agrícolas y en las tierras de
labor de 13.3 a 47.4%. Además, el área bajo riego que quedó en manos del sector ejida\ llegó a
57.4%, mientras que en 1930 esa cifra fue de 13%. En las áreas de temporal, pasó de 12.2 a 46.5%.
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1...,347,348,349,350,351,352,353,354,355,356 358,359,360,361,362,363,364,365,366,367,...442