aunque en general no habían recurrido previamente
al fmanciamiento iniernacional, se presentaron co­
mo un punici dc referencia para la canalización del
financiamiento al mismo tiempo que comenzaban a
recibir diversas ofertas en esle sentido. Las propias
organizaciones de damnificados tomaron en mu­
chos casos la iniciativa, enviando delegaciones al
exicrior que llevaron consigo proyectos para los
cuales solicitaban financiamiento.
En conjunlo, el intento más articulado de vin­
culación entre solicitantes y oferentes de recursos
corrió por cuenta de UNICEF. Por iniciativa de es­
ta organización se constituyó una especie de "pool"
de organismos donantes, a través del procedimiento
de organizar reuniones en las cuales estos eran
puestos en contacto con las organizaciones y gtupos
que estaban solicitando recursos. En rigor, la inicia- •
tiva intentaba trascender la simple canalización dc
recursos para lograr la concertación de políticas ge­
nerales, acordadas entre las diversas ONG , para la
canalización de recursos no gubemameniales.
Adicionalmente, UNICEF, apoyado por diver­
sas asociaciones civiles que operaban como organis­
mos asesóles ( I CE PAC . COPEVI, COSVI, P LA -
DES, E P A C ) . elaboró un "Proycelo para la Re­
construcción y Reparación de Viviendas pobres cn
la Ciudad de México" (UNICEF, WHó).
El intento promovido por UNICEF no pudo
concretarse precisamente porque, más alia de la ex­
istencia de ciertas afinidades cn las orientaciones
adoptadas por cada ONG , cada una lendió a desa­
rrollar modalidades propias de operación y a esta­
blecer programas diferenciados. En todo caso, ta
convocatoria de UN I CE F parece haber servido pa­
ra concertar en alguna medida ta acliiud a seguir
ante las condiciones y presiones manejadas por el
gobierno. Veamos entonces para este primer grupo,
cuáles fueron las políticas, programas e inlerlocuto-
res.
UN I CE F concretó sus programas de reeons­
lrueeión op<:rando fundamcntalmenlt como organi­
zación canalizadora dc recursos provenientes de di­
versas agencias donantes. La representación en
México obviamente no coniaba con
una
estructura
operativa que te permiliera llevar adelante progra­
mas de vivienda popular en la escala que su titular,
la Dra. Vesna Botniak pretendía. De hecho el orga­
nismo comenzó
a
actuar
en un
terreno desconocido
y recurrió para poder llevar adelante sus programas
П
asesores locales
ton
los que se vinculó a través de
diversas modalidades. Por una parte,
se
contrató a
un pequeño equipo a cargo
de
Enrique Gómez Le–
vi para que coordinara los programas de vivienda.
Por otra se asignó financiamiento a tres asociacio–
nes civiles para el desarrollo
de
otros tantos pro–
gramas de vivienda. Estas asociaciones habían esta–
do en contacto desde un primer momento con la
rcprcsentanción de UN I CE F y habían participado
con ella en los intentos de definir un programa de
reconstrucción de tas ONG y de incidir en las defi–
niciones de los programas oficiales.
En un segimdo momento, debido a ta emergen–
cia de múltiples dificultades en el desarrollo de tos
programas (control de los recursos, flujo del finan–
ciamiento, lentitud en el desarrollo de las obras,
errónea definición de los presupuestos), UN I CE F
contrató una quinta asociación civil a la que asignó
el papel de supervisora de los proyectos.
Las tres asociaciones civiles que operaron co–
mo
ejecutoras de los programas fueron el CEN–
T R O O P E R A C I O N A L DE V I V I E N D A Y PO -
B L AM I E N T O (COPEVI), DISEÑO Y ESTU–
DIOS DE P R O f í R AMA S
se.
(PLADES-DES-
PRO) y
el
C E N T RO DE O R G A N I Z A C I Ó N SO–
C I AL P A R A L A V I V I E N D A (COSVI). La prime–
ra
es
una asociación civil, pionera en la promoción
e implementación de programas autogestionarias
de vivienda popular; las dos últimas se constituye–
ron como asociaciones con posterioridad a los sis–
mos con profesionales con experiencia previa en
el
sector publico y en la industria de la construcción
(véase cap. 3). Fue fundamentalmente a partir
de
las relaciones establecidas por estas asociaciones ci–
viles con diversos grupos y organizaciones de veci–
nos que UNICEF delimitó el universo de predios a
incluir en sus programas. Estos fueron concebidos
dentro de la modalidad autogestionaria (involucra–
miento directo de los beneficiarios en el desarrollo
de los proyectos) e implicaban el otorgamiento
de
financiamiento para la reconstrucción
de
predios
cuyos vecinos -al menos cn buena parte de los ca–
sos- adscribían a alguna de las diversas "uniones"
de
damnificados.
Formalmente, UNICEF definió y concretó, con
éxito diverso, cuatro programas. El primero, de "vi–
vienda
e
.\propiada", fue ejecutado por CO P EV I
y
DES PRO y abarcó siete predios y noventa vivien–
das. Un segiindo programa de "vivienda no expro–
piada", que comprendió la adquisición de los pre–
dios, abarcó 13 vecindades y 247 viviendas; cn este
taso
la ejecución estuvo a cargo de DESPRO. El
1...,367,368,369,370,371,372,373,374,375,376 378,379,380,381,382,383,384,385,386,387,...470