Cuadro 5.17 Origen principal de las compras de las
importadoras más importantes, 1990 (millones de dólares)
Número de
Empresas
Monto Participación
(%)
América del Norte 185^
4 697.4
64.6
Estados Unidos
178
3 772.8
Canadá
2b
0.6
Latinoamérica
23.2
0.3
Centroamérica
y
0
0
el Caribe
Sudamérica
5
22.5
Asia
12
66.9
0.9
Europa
50**
1 360.2
18.7
Europa y Asia
4
13.3
Europa y
2
5.3
Latinoamérica
Africa
0
0
Australia
1
36.5
0.5
EUA y
4
142.4
2
Latinoamérica
EUA y Asia
11
146.3
2
EUA y Europa
22
327.9
4.5
EUA y Varios
14
144.9
2
No determinado
32
323.7
4.5
Total
337
7 269.3
100.0
^ Incluye a dnco empresas que importan de Estados Unidos y Canadá.
Incluye a una empresa que importa de Canadá y Sueda.
Incluye a una empresa que importa de Latinoamérica.
Incluye a 44 empresas que importan de Europa.
Fuente:
La misma del Cuadro 5.14.
en el lado de las importaciones, como a continua–
ción se indica.'^
La información de las 10 importadoras más
importantes del país, para los mismo años, se pre–
senta en el Cuadro 5.19. Cabe hacer notar que,
prácticamente, la mitad de ellas forma parte tam–
bién de las principales exportadoras listadas en el
Cuadro anterior. La tasa de crecimiento de las 10
fue de casi el 14%, es decir, inferior a la de las
exportadoras (18.7%). Ahora bien, excluyendo a
Pemex a partir de aquí, para hacer más acorde el
análisis conjunto, el grupo de las 10 importadoras
registró una tasa de crecimiento del 12.4%, esto es,
1.8 veces mayor que la de las exportadoras (6.8%).
Lo anterior explica el hecho de que si bien las
divisas por exportación superaron a las necesida–
des de importación en ese lapso, se alcanzaron,
como grupo, superávit comerciales de 2 428.7 y
52
Ibid,
pp. 135 y 165.
2 414.6 millones de dólares, respectivamente; indi–
ca, por otra parte, la reducción de éstos al combi–
narse la tendencia creciente de las importaciones
al lado de la decreciente para las exportaciones,
con los consiguientes problemas de financiamien–
to. Situación, por cierto, coincidente con la evolu–
ción señalada para la economía mexicana en los
últimos años.
Al igual que en las exportaciones, de su valor
importado para 1990 (3 606.2 millones de dólares)
sobresalió con mucho la actividad automotriz, al
importar el 79.2% del total, seguida por la electró–
nica, con el 8.2%, y las otras que se indican en el
cuadro, con el 12.6% restante. Las dos terceras
partes de ellas tuvieron total o parcialmente el
aparato productivo estadounidense como el origen
principaJ de sus importaciones.
Por un periodo que se cuenta desde finales de
los setenta, la principal empresa exportadora de
México ha sido Petróleos Mexicanos, y su principal
giro, el petróleo crudo. Sobre la operación futura
de Pemex existe un alto grado de incertidumbre,
por cuanto es notoria la obsolescencia tecnológica,
la reducción de inversiones en exploración y explo–
tación y la descapitalización a la que es sometida
por efecto de las medidas fiscales (para 1990, más
del 29% de los ingresos fiscales del gobierno fede–
ral se originaron en las ventas de petróleo, gas y
refinados); para el mismo año, las exportaciones de
Pemex representaron el 51.15% de sus ventas, lo
cual constituye el anuncio de un cercano conflicto,
cuyos protagonistas serán los mercados interno y
extemo.
La demanda interna de derivados del petróleo,
expecialmente gasolinas, crece a un ritmo (12%
anual) considerablemente más acelerado que el
crecimiento de las ofertas, la de petróleo crudo,
primero, y la de refinados, después, mientras el
requerimiento de crudo de nuestro principal com–
prador, e inminente socio comercial, presiona por
diversas vías para incorporar a la rama petrolera
en la agenda del TTLC, toda vez que la llamada
reserva estratégica de Estados Unidos no sería
suficiente para abastecer a la economía de aquel
país por más de seis meses, considerando los rit–
mos actuales de consumo energético. En otras
palabras, al proceso de pérdida de elasticidad de
la oferta de petróleo mexicano le acompaña un
1...,64,65,66,67,68,69,70,71,72,73 75,76,77,78,79,80,81,82,83,84,...104