Mundo, lejos de acudir en ayuda de la explosión demo–
gráfica de los países en vías de desarrollo, podrían empo–
brecerlos aún más al convertir en superQuas ciertas ac–
tividades económicas, del mismo modo que la máquina
de hilar dejó sin trabajo, en la otra punta del planeta, a los
tejedores de los telares manuales indios. Amenudo, los
nuevos adelantos científicos crean problemas estructura–
les a la hora de transferirlos beneficios desde los «ricos*
a los «pobres* en el seno de la sociedad; la comunidad
global actual se enfrenta a un desafio mucho más gran–
de, ya que las tecnologías avanzadas amenazan con soca–
var las economías de las sociedades en vías de desarrollo.
A pesar de ser bastante diferente, este libro tiene muchas
semejanzas con
Auge y caída de las grandes
potencias.
Para empezar, aunque el presente estudio no es en sí
mismo una obra histórica, está basado en la perspecüva
de la Historia, porque los hechos que se analizan no son
completamente nuevos. En ambos libros se ofrece al lec–
tor un anáUsis de las fuerzas renovadoras que influyen en
los acontecimientos internacionales. Al evitar el detalle
histórico de
Auge y caída,
el centro de atención de este
estudio se ha desplazado un poco para considerar el en–
cuentro de la raza humana con la economía, el cambio
económico y el crecimiento demográfico. Sin embargo,
a su modo, cada uno constituye un intento por situar los
asuntos del mundo en el contexto más amplio posible.
En segundo lugar, aunque esta obra no se interesa de
forma especial por el conflicto mihtar, las fuerzas arma–
das, el equilibrio de poder y las formas tradicionales de
pensar la seguridad nacional, sosüene que algunas de las
nuevas fuerzas renovadoras que se ciernen sobre nuestro
planeta podrían causar en el futuro inestabilidad y con-
fhcto, y que los gobiernos y los pueblos necesitan recon–
siderar sus viejas definiciones de lo que constituye una
amenaza para la seguridad nacional e internacional. Al
margen de si ha acabado o no la guerra fría, o de si es
posible poner fin a lasrivalidadesen Oriente Medio, exis–
ten ahora grandes peUgros no mihtares para la seguridad
y el bienestar de los pueblos de este planeta sobre los que
es necesario poner atención.
En tercer lugar, dado que aquí se hace hincapié en
hechos transnacionales, se ha prestado menos atención
a los Estados-nación y a los sistemas diplomáticos o de
alianza en el seno de los cuales aquéllos operan tradicio–
nalmente. Esto no significa que no sea importante la ac–
tuación de quienes toman las decisiones en Washington
y Moscú, o que el futuro de unidades territoriales espe–
cíficas como Japón y la Comunidad Europea sea insigni-
ñcante, o que las tendencias globales son tales que residía
irrelevante que uno viva en Suiza o en el Chad. Los dife–
rentes países y regiones del globo están estructurados de
diferente manera (en términos de emplazamiento geo–
gráfico, niveles de cualiñcación de la población, recursos
nacionales, activos fijos) y están mejor o peor preparados
para responder a los retos tiansnacionales a los que to–
dos se enfrentan. Es más, en el seno de un determinado
país las estructuras pueden hacer que el impacto de una
nueva tecnología sea más severo -o más beneficioso- que
en otro país con estructuras diferentes; la agricultura
blotecnológica, para ofrecer un ejemplo obvio, puede ser
beneficiosa en un país de alta tecnología e importador de
alimentos como Japón, pero es potencialmente desastro–
so para países en vías de desarrollo como Ghana o Cos–
ta Rica, que dependen de la exportación de cultivos. El
simple hecho del lugar en que un pueblo se encuentra
situado en este planeu y de lo abundantes que sean sus
recursos humanos y tecnológicos, afecta en gran medida
sus perspectivas a la hora de enfrentarse a las iiuninen-
les tmisformaciones globales.
Por esta razón, mientras en los capítulos de la primera
parte analizo las dimensiones de las fuerzas renovadoras
uansnacionales, en los de la segunda parte examino las
consecuencias específicas para algunas de las zonas más
importantes del ¿obo: China y la India, los países en vías
de desarrollo, Europa, la antigua Unión Soviética. Japón
y Estados Unidos. AJ igual que en la época de Malthus, los
diferentes pueblos del globo no están colocados en la If-
QCB
de salida mientras se preparan para pasar de un si-
1...,183,184,185,186,187,188,189,190,191,192 194,195,196,197,198,199,200,201,202,203,...277