son analizados y ordenados con técnicas diversas en esquemas, tablas, etc.,
que sirven como
sustitutos
para mostrar sistemáticamente este proceso de
análisis. Estos sustitutos o modelos van concretándose
formalmente
a medi
da que se integran a las hipótesis todos los aspectos detectados en el Pro
blema. Sin embargo, los términos o palabras con las que se enuncian las
características de los requerimientos contienen una carga semántica de la
que es necesario estar consciente.7 Esto no se hace evidente sino hasta el
inicio de la transformación de los requerimientos, por medio de sustitutos, en
formas.8
4.3.1.2
Determinación de la Hipótesis
S i hasta esta fase el trabajo del diseñador exige análisis, descomposición y
separación para detectar finalmente el desequilibrio y por tanto el conflicto a
resolver por medio de un objeto diseñado, la fase de la hipótesis, por el con
trario, integra, une y compone los elementos formales del objeto propuesto.
Es por lo tanto evidente que la objeción más fuerte que se puede hacer en
contra de un análisis de esta fase, es la que por ser un acto sintético de
com
posición,
el hecho de dividirlo, para resolverlo parcialmente, atenta contra la
integridad que debe tener la Hipótesis.9 /
Sin embargo es necesario aclarar qué se entiende por síntesis o composición
en el diseño; es claro que difícilmente se puede sintetizar algo si previamente
no se realiza un análisis de sus componentes. De manera que las hipótesis
en diseño son sólo
niveles de integración
de una hipótesis general a ser im-
plementada en el Proyecto. Estos niveles de integración privilegian un grupo
de requerimientos o cierto
sistema
que estos tienen que constituir. La noción
de sistema lleva implícita también la de estructura. La distinción entre ambas
es la funcionalidad o la operatividad que, sumada a la estructura, constituye
el sistema específico a esa función. Esta integración paulatina es posible, ya
que la realidad de la cual se ha extraído el problema de diseño no es homo
génea. Esto es, no está en equilibrio.10 Este desequilibrio o disfuncionalidad
hace evidente que existen ciertos factores dentro de los sistemas que actúan
en esa realidad y que son claves para explicar parte de ese desajuste. Por
tanto, si por medio del análisis se logra detectar los desajustes, de los que el
problema es el resultado, se puede con cierta seguridad inferir que es posible
conformar una hipótesis que resuelva alguno de los desajustes detectados.
Esta hipótesis será desarrollada hasta integrar todos los aspectos disfuncio
nales observados. Esto de ninguna manera es una defensa de una posición
"mecanicista" que pretende que resolver exhaustivamente todas las incohe
rencias del problema dará por resultado, automáticamente, un diseño óptimo.
En esa perspectiva, "óptimo" es sólo lo que el sistema permite dentro del
7. F. Pardinas, Metodología
y Técnicas de Investigación
en las Ciencias Sociales.
Edit. Siglo XXI, México,
1969, pág. 128.
8
.
C. Alexander, Ensayo So
bre la Síntesis de la Forma.
Ed. Infinito, Buenos Aires,
1969. En el capítulo 7 men
ciona los diagramas de re
querimientos y los formales,
así como la unión de éstos en
uno constructivo que servirá
como ayuda para integrar for
malmente los requerimientos.
La noción de sustituto o mo
delo está desarrollada y apli
cada por J. Gibson en su
artículo: "A Theory Of Picto
rial Perception", en el Libro
de G. Kepes, Sing. Signal
Symbol. G. Brazilier, N.Y.,
1964.
9
.
C. Alexander, op. cit.. ca
pítulo 9, y E. Embaz, op. cit.,
pág. 61.
10
.
R. Ashby, Communica
tion & Culture en la que se
habla del equilibrio en los
sistemas.
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