Contra un Diseño Dependiente - page 237

explicaciones que son más plausibles para ellas. Se puede decir sin exage­
ración, que cada quien escoge la explicación para una discrepancia que me­
jor se ajusta a sus intenciones y que se conforma a los prospectos de acción
que tiene disponibles. El "punto de vista global" del analista es el factor de­
terminante más fuerte para explicar una discrepancia y por lo tanto para re­
solver un problema perverso.
10. El Planificador no tiene Derecho a Equivocarse
Como argumenta Karl Popper,1 es un principio de la ciencia el que las solu­
ciones a los problemas sólo son hipótesis que se ofrecen para su refutación.
Este hábito está basado en el discernimiento de que no hay pruebas para
las hipótesis, sólo refutaciones temporales. Entre más resiste una hipótesis
los numerosos intentos de refutarla, mejor se considera su corroboración.
Consecuentemente, la comunidad científica no culpa a sus miembros por
postular hipótesis que luego sean refutadas, por supuesto, en tanto el autor
acate las reglas del juego.
En el mundo de la planificación y de los problemas perversos no se tolera tal
inmunidad. Aquí el propósito no es encontrar la verdad, sino mejorar algunas
características del mundo en el que vive la gente. Los planificadores son res­
ponsables de las consecuencias de las acciones que generan; los efectos
pueden importar mucho a la gente que es afectada por esas acciones.
Por lo tanto, debemos concluir que los problemas con los que se enfrentan
los planificadores son perversos e incorregibles, porque desafían los esfuer­
zos por delimitar sus fronteras e identificar sus causas y de exponer, por tan­
to, su naturaleza problemática. El planificador que trabaja con sistemas
abiertos es atrapado por la ambigüedad de sus trampas causales. Es más,
sus posibles soluciones se confunden aún más por un conjunto de dilemas
planteados por el creciente pluralismo del público contemporáneo, cuya eva­
luación de sus propuestas es juzgada bajo un conjunto diferente y contradic­
torio de escalas.
1. Karl Popper, La Lógica de
la investigación científica,
Tecnos, Madrid, 1973.
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