Existen por lo menos diez propiedades distinguibles en los problemas de
planificación, (problemas perversos) de las que los planificadores deben es
tar alertas y que comentaremos después. Como se verá, los llamamos "per
versos" no porque estas propiedades sean éticamente deplorables, más bien
usamos el término "perverso" con un significado parecido a "maligno" (en
contraste con "benigno"), o "vicioso" (como un círculo), "tramposo", o "agre
sivo" (como un león, en contraste con la docilidad de un cordero). No preten
demos personificar estas propiedades de los sistemas sociales e implicar
intenciones malignas. Pero se puede estar de acuerdo, que para el planifica
dor se hace objetable moralmente, tratar un problema perverso como si fue
ra "manso", o hacerlo dócil prematuramente, o rehusarse a reconocer la
perversidad inherente de los problemas sociales.
1. No hay una Formulación Definitiva para
un Problema Perverso
Para cualquier problema dócil se puede dar una formulación exhaustiva que
contenga toda la información que necesita el que va a resolver el problema,
para entenderlo y resolverlo contando, por supuesto, con que conozca su
"arte".
Esto no es posible en los problemas perversos. La información que se nece
sita para entender el problema depende de las ideas para resolverlo. Es de
cir: para poder describir un problema perverso con suficiente detalle, se tiene
que hacer un inventario exhaustivo de todas las soluciones concebibles pre
viamente. La razón es que cualquier requisición de información adicional de
pende de la comprensión del problema -y de su resolución- en ese
momento. Por lo tanto, para anticipar todas las preguntas (para poder antici
par toda la información requerida para la solución) se requiere del conoci
miento de todas las posibles soluciones.
Por ejemplo, considérese qué sería necesario para identificar la naturaleza
de la pobreza. ¿Significa la pobreza un bajo ingreso? En parte sí. ¿Pero cuá
les son las determinantes del bajo ingreso?, ¿son las deficiencias de las
economías nacionales o regionales, o son las deficiencias cognoscitivas y
ocupacionales de las fuerzas laborales? si son las últimas, la enunciación y
"solución" del problema debe abarcar el proceso de la educación. Pero en
tonces, ¿en dónde reside el verdadero problema, dentro del sistema educati
vo? ¿o el problema reside en la deficiente salud mental y física? si es así,
debemos añadir estas etiologías a nuestro paquete de información y buscar
dentro de los servicios sanitarios una causa plausible. "¿Incluye esto una pri
vación cultural?" ¿Una dislocación espacial? ¿Problemas de identidad del
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