le fm en los módulos sociales de Renovación. Ahí
también se atendían a las personas que requerían
mayores informes. Un 78% de los beneficiarios en–
cuestados se informaron del programa por este
medio, y de éstos, la mayoría manifestó estar con–
forme con este sistemar
"Si estuvimos bien informados, porque se nos
citaba en el módulo a reuniones y, cuando
acudíamos ahí, nos informaron
y
aclararon du–
das."
N o todos los beneficiarios, sin embargo, se
preocuparon por informarse personalmente sobre
el programa, o bien, se encontraban imposibilita–
dos para hacerlo. Se detectó a un grupo de gente
que, como de costimftbre, se relacionaba con el or–
ganismo de Renovación Habitacional Popular
por medio de su líder o representante. El o ella
tenía la responsibilidad de transmitir ia información
posteriormente. De acuerdo con la encuesta, im
9%
de los beneficiarios se enteró de los detalles
del programa a través de un representante del
consejo de renovación. Este sistema fiíncionó
bien cuando el representante tenía el apoyo de los
vecinos:
"El presidente fue el que estableció con–
tacto con Renovación; él se informaba y
luego nos informaba a nosotros. Los que po–
díamos, acompañábamos al presidente. En
general, todos lo apoyamos. Trabajó mucho."
En otros casos, el sistema del repre–
sentante no
dio
tan buenos resultados, sobre
todo cuando se delegó demasiada responsabili–
dad en manos de un representante o cuando no
había confianza en el consejo de renovación:
"Sentimos que no estuvimos bien informados,;
es posible que no funcionara bien el consejo
de renovación"
Es interesante comentar las opiniones de
un grupo de entrevistados; consideran que su ca–
lidad de beneficiarios del programa, así como el
grado en que estuvieron informados sobre el mis–
mo, se deben a la presión
y
presencia que ejercie–
ron, como grupo;
"Logramas que ñus financiaran porque
insistimos y presionamos mucho. De lo am-
Irario, esto no hubiera sido posible..,. Sólo es–
tuvimos informados hasta cierto punto, por
las deficiencias en la comunicación y muchas
veces por falta de colaboración. A l principia,
participamos poco; pero cuando empezamos
a ver que sólo así podíamos obtener algo, em–
pezamos a participar más."
En varios de los grupos de entrevistados,
se manifestó que la información había sido insufi–
ciente e imprecisa.
Esto, en un caso, ocasionó
problemas graves entre los vecinos, debido a tna-
lentendidos y confusiones respecto al programa;
"Consideramos que hubo problemas de in–
formación y comunicación, pues no nos ex–
plicaban lo que sucedería con las viviendas. A
veces nos decían que reconstruirán y otras que
demolerán, lo que nos desorientó mucho
...Pensamos que en Renovación, como en otras
instituciones hay corrupción y engaño, porque
nosotros no firmamos el plano en el que
quedaba la forma actual de las viviendas, sino
que firmamos uno donde las viviendas son dú-
pleií
La queja de que los planos firmados en el
acuerdo entre Renovación y los vecinos no co–
rresponden con las viviendas construidas es bas–
tante generalizada. Los mismos cambios de pro–
yecto no pactados se pueden constatar al co–
tejar los prototipos dc vivienda anotados en las
listas programáticas por predio, proporcionadas
por los módulos, y las viviendas que se constru–
yeron; en un número significativo de los casos,
no corresponden. Este punto remite a considera–
ciones más generales sobre la participación de la
población en la determinación del programa, las
cuales se abordan a continuación.
La Participación de los Vecinos en el Progra–
ma: Condicionantes Necesarias
Cualquier consideración acerca del grado
dc participación de los beneficiarios logrado por el
programa Renovación Habilacional Popular nece–
sariamente debe reconocer ciertas limitaciones que,
sobre este aspecto, se impusieron por el carácter
emergente del programa y el tipo de población be–
neficiada.
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