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programa Renovación Habitacional Popular: la
reconstruccióon de vivienda para realojar a la
población original, no sólo en el mismo sitio sino,
inclusive, en el mismo predio. Esta característica
peculiar del programa tiene su origen en el decreto
expropiatorio y la expedición posterior dc los certi–
ficados de derechos. En la medida en que se con–
serva la lotificación original con aproximadamente
la misma densidad de población, sus repercusio–
nes urbanísticas son sumamente interesantes.
Pero también, y por lo que se refiere al tema de
este capítulo, esta característica del programa tie–
ne profundas implicaciones para la organización
social y la participación de la población.
En efecto, todos los aspectos operativos
del programa - desde el propio proyecto arquitec–
tónico hasta el trato con los usuarios - giraron en
torno al predio. Es decir, las viviendas se resol–
vieron al nivel del predio y éste fue la unidad bási–
ca para la participación de la población durante la
implementación del programa de reconstrucción.
Es más, con la creación de la propiedad privada
en condominio vecinal, cl predio va a seguir sien–
do la unidad básica dc participación y negocia–
ción de la poblacióon en el futuro previsible. Por
esla razón, los lazos de amistad, de parentesco, de
familiaridad y. sencillamente, cl haber sido inqui–
linos dc una misma vecindad: en fin. todas estas
características del inquilinato central analizadas
en los apartados anteriores, vuelven a asumir una
importancia primordial en la determinación del
grado y calidad de la participación de los bene–
ficiarios en el programa. Por lo menos así opinan
los beneficiarios entrevistados al respecto. Una tí–
pica respuesta a las indagaciones sobre la cuestión
de las relaciones vecinales y la participación es la
siguiente:
"No hay nuevos vecinos y pensamos que ahora
todos debemos de llevarnos mejor para en–
tre todos cuidar mejor nuestras casas."
"En la vecindad quedamos todos y más vale
malo conocido que bueno por conocer."
Pero en los casos donde no se pudo con–
servar a exact amenté los mismo vecinos que an–
tes, abundan las quejas y problemas en cuanto a la
cohesión y capacidad participaliva del grupo:
"Afecta el que haya vecinos que vienen de
otras vecindades porque no nos conoce–
mos...por falta de unión interna no hemos
podido hacer presión para que la constructo–
ra haga composturas."
"Nos reubicaron de otra vecindad y, aunque no
salimos de la cuadra, nos sentimos un poco so–
los."
"Todo cambió, y sentimos que ya no será tan
fácil el tener la comunicación que existía con
los otros vecinos"
"No estamos de acuerdo en que se juntaran
los dos predios porque no nos llevamos bien
con los otros."
Por lo demás, siempre son los nuevos veci–
nos "que se sienten dueños' o, en el otro extremo,
"que se ven con posibilidades más bajas".
Así, aunque uno de los objetivos y princi–
pios fundamentales del programa fue el de reubi¬
car a la población en los pr6dio.s originales, esto
no fue posible en todos los casos. Existen varias
razones para ello, entre las cuales se pueden men–
cionar las siguientes. En primer lugar, los niveles
de hacinamiento o densidad de ocupación origi–
nal en algunos predios, eran tan elevados que
no fue posible realojar a toda la población
originaria en el mismo sitio. En segundo término,
los predios cuya expropiación fue revocada o cuyos
propietarios interpusieron exitosamente un ampa–
ro, se eliminaron del programa; no así los com–
promisos con los inquilinos habitantes de aquellos
predios, lo que implica la necesidad de alojarlos en
otro. En tercer lugar, en algunos casos (pero no
en todos) se les han proporcionado viviendas a
familias que antes vivan "arrimadas" con otros
inquilinos. De hecho, la resolución del problema
de las familias "desdobladas" ba sido resultado de
la capacidad negociadora de las vecindades co–
rrespondientes, igual que la resistencia a recibir
a nuevos vecinos en el predio.
El Cuadro no. 2.4 indica la magnitud del
problema de los 'nuevos vecinos", en base a la en–
cuesta dc beneficiarios. Cabe señalar que, para
este indicador, consideramos que la muestra no es