Un modelo alternativo, posiblemente el que lle–
gó a constituirse en la experiencia más articulada y
de mayor alcance desarrollada por los grupos uni–
versitarios, fue el puesto en práctica por dos grupos
de ta Universidad Autónoma Metropolitana. Uno
de ellos, coordinado por el Arq. Sergio Tamayo,
elaboró y supervisó los proyectos correspondientes
a la rehabilitación y construcción de alrededor de
30 vecindades localizadas en el Centro Histórico,
organizadas dentro de la Unión Popular Nueva Te–
nochtitlán ( U P N T ) . El otro, coordinado por cl Arq.
Carlos Acuña, diseiió y supervisó la reconstrucción
de un conjunto de predios del barrio de Tepilo co–
nocido como el grupo de las Trece Vecindades".
En ambos casos, la participación de los grupos
universitarios se dio tanto en el plano técnico como
social y a través de arduas y complejas negociacio–
nes con las autoridades de Renovación Habilacio–
nal Popular, se llegó a la firma de sendos convenios
entre dicho organismo y la Universidad, a través de
tos cuales se formalizaron las actividades de los
grujios asesores universitarios y el organismo otor–
gó un presupuesto para financiarlas. Se logró de es–
te modo la realización de proyectos dc vivienda no
encuadradas en tos prototipos de RHP , pero finan–
ciados por dicho organismo (Véase, Duhau, E.,
l'«7a y Rosales Ayala, S., 1987)
Una cxi>ericncia en cicrla medida semejante
fue ta desarrollada por et Partido Socialista de los
Trabajadores, el cual asesoró la reconslrucción de
alrededor dc lÜO predios con proyecto "inde–
pendiente" pero encuadrados dentro del Programa
de Renovación Habitacional Popular,
3
.2.
¡.Ms organizaciones de vecin<js y damnificados
En un trabajo anterior (Duhau, E,, 1987) esti–
mábamos en alrededor de 1Ü,000 las familias que
habían Uegado a tener una participación más o me–
nos orgánica en el movimiento de damnificados.
Han sido éstas la base social de un gran níímero de
"uniones" de vecinos y damnificados, gran pane de
las cuales confluyeron en la Coordinadora Unica de
Damnificados ( C U D ) . Estas uniones, dc las cuates
sólo unas pocas habían nacido con anterioridad a
los sismos, llegaron a operar en varios casos como
verdaderas promotoras de propamas de recons–
trucción de vivienda y como uno de los interlocuto–
res fundamentales de las organizaciones donantes.
Aquí presentaremos muy escuetamente los
principales antecedentes y características de seis de
ellas a las cuales hemos ya venido haciendo refer–
encia -Unión Popular Nueva Tenochtitlán ( U P N T ) ,
Unión de Vecinos y Danmificados 19 de Septiem–
bre ( U V Y D ) , Unión de Vecinos de la Colonia
Doctores ( U V C D ) , Unión de Vecinos de ta Colo–
nia Guerrero ( U V C G ) , Unión Popular de inquili–
nos de la Colonia Morelos-Peña Moretes ( U P i CM -
PM ) y Campamentos Unidos ( C U ) . Se trata de tas
seis organizaciones seguramente con mayor inci–
dencia en los programas no gubernamentales de re–
construcción y con excepción dc Campamentos
Unidos, con un pape] destacado en las orientacio–
nes y evolución de la C U D .
La U P NT tuvo su origen en otras dos uniones
constituidas a raíz de los sismos, la Unión de Inqui–
linos y Damnificados del Centro (cuya área de in-
fiuencia se extendía al sur del primer cuadro de ta
ciudad) y la Unión de Damnificados del Centro
(cuya área de influencia se encontraba al norte del
primer cuadro). Estas dos organizaciones se fusio–
naron en la U P N T en agosto de 1986.
El origen de las dos organizaciones fusionadas
se remonta a los días inmediatamente posteriores a
los sismos. En el primer cuadro prácticamente no
existían antecedentes de organización vecinal. De
hecho junio con la acción solidaria emprendida por
los vecinos para ta atención de la emergencia, am–
bas uniones reconocen sus orígenes en la iniciativa
dc un grupo reducido de vecinos que comenzó a
reunirse con el objeto dc promover la acción colec–
tiva. En el caso de la zona norte ta iniciativa surgió
de im grupo de vecinos que tres años antes habían
constituido una cooperativa a nivel de la vecindad.
Dicha cooperativa, junto con otra formada en 1983,
constituyen los únicos antecedentes conocidos de
organización vecinal en el área.
Dada ta inexistencia de antecedentes de gestión
y movilización colectivas, los promotores de la or–
ganización vecinal tropezaron inicialmente con ta
indiferencia, cuando no con la hostilidad, de mu–
chos vecinos. A diferencia de lo que había ocurrido
en otras zonas del área central de ¡a ciudad, tos ve–
cinos del centro nunca habían emprendido acciones
con alcance barrial. Como en otras zonas donde
jhundan las vecindades, existía el problema det de–
lerioro creciente de tos inmuebles, pero el mismo
era por lo general afrontado a través de gestiones y
reclamos individuales. Por otra parte, los vecinos
1...,379,380,381,382,383,384,385,386,387,388 390,391,392,393,394,395,396,397,398,399,...470