rio tomo equipo supervisor (EPAC), implicó que la
supervisión financiera se íradujera en un doble con–
trol de la comprobación de los gastos; un control,
en general, escasamente compenetrado de los pro–
blemas concretos que enfrentaba el avance de las
obras.
El modelo adoptado por CRS, aunque seme–
jante en ciertos aspectos formales al manejado por
UNICEF, parece haber funcionado con menos difi–
cultades. De acuerdo con la descripción recojida el
esquema básico operaba de la siguiente forma:
Tenemos una vecindad X con sus repre–
sentantes, DE S PRO como ejecutor y la CRS
como la entidad que suministra los recursos. Se
abre una cuenta cn Operadora de Bolsa a nom–
bre de uno o dos de ¡os representantes dc la
vecindad y dc Max Seelhofer. Se establece un
calendario de ministracioncs y se define una
ruta crítica. A l recibir un cheque, DESPRO
desvia los indirectos y destina el resto del dine–
ro al financiamiento de la obra. Se realiza una
asamblea semanal de los representantes que
Uevan ei control de la obra. En el momento de
mayor actividad Legamos a manejar 19 cuentas
bancarias con esta modalidad.
Como se puede observar, la CRS, en lugar de
designar una instancia supervisora, otorgaba ese
papel a los propios beneficiarios, a los cuáles com–
prometía así cn la gestión financiera. Al mismo
tiempo, cl propio Max Seelhofer, apoyado por un
pequeño equipo', concurría personalmente a los
distintos frente dc trabajo, observaba los avances y
participaba muchas veces cn las asambleas vecina–
les o recibía en su oficina a los representantes de
los beneficiarios. Por otro lado, la delegación de la
CRS dispom'a desde el inicio de la totalidad de los
recursos necesarios para la ejecución de un proyec–
to al momento de su iniciación, con lo cual la con–
formidad de los representantes vecinales y del pro–
pio Max Seelhofer respecto de lo que se estaba ha–
ciendo, bastaba para garantizar la continuidad en el
siuninistro de los recursos.
Este modo de operar sin duda no necesaria–
mente garantiza que no se presenten irregularida–
des, ni inmuniza contra la eventual incapacidad dc
los ejecutores, pero parece haber evitado que
emergieran dificultades resultantes de la falla de
oportunidad en el suministro de los recursos y de
interferencias cn la comunicaciones entre donante,
ejecutor y beneficiarios. De hecho no hemos reeoji-
do ningún testimonio de acuerdo con el cual, en los
programas financiados por CRS surjycran dificulta–
des serias provenientes del manejo del financia–
miento.
Si nos atenemos al conjunto de los testimoiüos
recojidos, es indudable que los grupos ejecutores,
en la mayoría de los casos, resultaron desbordados
por las condiciones, la magnitud y las modalidades
de los proyectos que realizaron. De acuerdo con los
funcionarios de R H P la generahdad de los grupos
que actuaron con apoyo técnico de tos programas
no gubernamentales resultaron superados por la
cirtunslancias, lo cual cn muchos casos derivó en
crisis internas. Sin embargo, es indudable que al
menos en los casos de las asociaciones civiles que
contaban con una trayectoria y un reconocinúento
en cl medio, estas dificultades fueron en gran medi–
da el reflejo dc las condiciones y líneas de acción
inducidas por las ONG que canalizaron recursos y
por el propio desconocimiento de ta situación e im-
provización conque estas actuaron en ciertos casos.
4.2. Las organizaciones de vecinos y damnificados
como promotoras -ejecutoras de programas de
vivienda
Si los grupos técnicos ejecutores de programas
de vivienda no gubernamentales, se vieron envuel–
tos cn dificultades derivadas del financiamiento, el
cálculo de los costos y el control dc tos recursos,
estas cuestiones alcanzaron a veces, cn el caso de
las organizaciones sociales que han tenido un acce–
so directo a financiamiento, perfiles realmente críti–
cos.
Aún cuando los recursos manejados directa–
mente por las organizaciones de damnificados -en
total entre cinco y ocho millones de dólares- pue–
den no parecer demasiado importantes, éstas tuvie–
ron acceso de todos modos a sumas significativas.
Es necesario tener en cuenta que se trata de orga–
nizaciones
([Ue
en muchos casos se habían con.stituí-
do recientemente y que, en general, carecían de los
instrumentos administrativos y dc la experiencia ne-
1...,387,388,389,390,391,392,393,394,395,396 398,399,400,401,402,403,404,405,406,407,...470