su moderna estructura interior: el llamado fachadismo ? No pocas
veces, detrás de las antiguas fachadas se oculta un estacionamiento
de seis pisos. Y aunque muchos de los pisos superiores están vacíos,
la mayoría de ellos se encuentra en un estado relativamente bueno.
En la década de 1990 varias inversiones y proyectos de restauración
tuvieron éxito en el sector occidental del centro. En el este, sin embar–
go, el cuadro es muy diferente. Aquí casi todos los edificios son de dos
plantas. Por lo general, tienen fachadas sencillas y poco vistosas y se
encuentran en muy mal estado. El deterioro de los edificios parece
incontenible. A veces sólo pierden la pintura, otras veces les faltan la–
drillos o toda la fachada es sostenida por un complicado andamio de
madera no muy estable . La mayoría de estos edificios eran antiguos
palacios transformados luego en vecindades.
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A menudo se ven casas
con grandes grietas en la pared u otras cuyos pisos superiores ya se
han derrumbado y yacen en escombros cubiertas de plantas,
mientras en los bajos habitan personas todavia.
Al Decreto de Congelación de Rentas introducido en 1942 por el
presidente Manuel
Á
vila Camacho se le achaca haber sido una de las
causas del deteriorado estado físico de esos edificios . La congelación
de rentas afectó sobre todo al sector este del centro, y provocó allí un
claro retroceso en el precio de los terrenos, lo que a su vez condujo a
una disminución en los gastos que los propietarios destinaban a la
rehabilitación. Tal medida tenía como obj etivo rentar los edificios
como almacenes y comercios a precios más atractivos (Mantecón,
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En el centro de la ciudad de México hay catalogados 1 500 monumentos
históricos. Es la mayor densidad en América Latina (Mantecón, 1990:15).
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Las vecindades son antiguos palacios o edificios de una o dos plantas que
han sido transformados
y
se caracterizan por tener departamentos de una sola
habitación
y
un patio interior. En esos departamentos viven familias numerosas.
Según el tamaño del edificio, hay entre veinte
y
cincuenta habitaciones de alqui–
ler; antes vivían en estos complejos hasta 5 000 personas. Una buena parte de la
vida social se desarrolla en el patio interior, por lo que ésta es esencialmente más
pública que en otros departamentos de alquiler (Aguilar, s/ f: 16 fl). Aunque ha
sido muchas veces criticado por su "Teoría de una cultura de la pobreza", pueden
verse también los valiosos libros -valiosos por sus ilustrativos estudios etnográficos–
de Osear Lewis sobre la vida en estas estrechas vecindades del centro de la ciudad
de México (Lewis, 1984).
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