de itabajo, exige una dilatación brutal del ejército de reserva industrial,
ahofft más urbano que rural. Asimismo exige reforzar el expediente eco–
nómico con otros de naturaleza "más directa": bayonetas, etcétera. En
este plano, el Estado se prodiga con raro entusiasmo
y
en nada respeta los
principios de "prescindencia" y "subsidiariedad". Para el caso, en síntesis,
el paquete neoliberal también funciona como una racionalización
adhoc,
adecuada a las tareas de reconstrucción y de
emergencia
de un nuevo pa–
trón de acumulación. Que tal expediente también sea eficaz para una fase
de conjo/ídflcidn, es una interrogante a resolver más adelante.
Si ahora recordamos lo expuesto en el capítulo anterior, podemos con–
cluir que el paquete
F M I
: i) privilegia el modo de regulación monopólico,
favoreciendo especialmente a las corporaciones transnacionales;
ii)
supo–
ne un brutal ataque a los niveles de vida, absolutos y relativos, de los
sectores asalariados. El objetivo buscado es una mayor lasa de plusvalía
y los mecanismos que se privilegian son la ampliación del ejército de re–
serva industrial y la coacción extraeconómica.
Por un lado, el capital fransnacional y sus asociados internos. Por otro,
la gnin masa de los asalariados, especialmente el proletariado industrial.
Tati>s son la.s grandes siluetas uue se comienzan a perfilar.
LA LIBERALIZACIÓN Y SU IMPACTO EN LOS AGENTES
DEL CRECIMIENTO Y EL TIPO DE ESPECIALIZACIÓN
INTERNACIONAL
1.
Lo señalado en el capitulo anterior nos lleva a plantear un efecto de
la liberalización que creemos aún más decisivo. Nos referimos, en la rea–
lidad de países como México (y otros latinoamericanos, como los del cono
sur), a su efecto sobre el
estilo
o modalidad de crecimiento."
Para aclarar mínimamente este punto, permítasenos algunas muy ho–
meopáticas consideraciones referidas a; f) lo que podríamos denominar
fuerzas impulsoras de! crecimiento; fí) el papel del país en la división
internacional del trabajo.
2.
En cuanto a! primer punto, señalemos que el inversionista privado
nacional, en promedio, funciona con un horizonte de planificación redu–
cido, con escasa capacidad de innovación tecnológica, y su inversión res–
ponde a una demanda insatisfecha presente y no se adelanta a ella. Más
que a un modelo de inversión schumpeteriano, responde a otro más cer–
cano a los del tipo del acelerador. Y al revés de lo que sucede en el es
quema schumpeteriano, el citado patrón de comportamiento no genera
desequilibrios "virtuosos" sino más bien cuellos de botella paralizantes,"
los que prqvocan fuertes presiones inflacionarias, efectos negativos sobre
el balance de pagos, etcétera.
" E) concepto "citito" de de-arrollo ci dc raigambre cepaüna.
Ver
A. Pinto, "No-
las sobre estilos de desarrollo en América Latina", y Jorge Graeiarena, "Poder y esti–
los de desarrollo. Una perspeciiva heterodoxa", ambos en
Reuisia
de la
CEPAL
, núm, I.
primer semestre de 1976, En un sentido general, el concepto se asemeja a! de "pairan
de acumulación": ver J, C. Valenzuela Feijóo,
cQut
es
un
patrón
dt
acumulación?;
México, 1990, tjitimamcnle, autores como Gordon, Weisskopf y otros han ma–
nejado lo que denominan "estructura social dc la acumulación" en términos mSs o
menos semejantes. Ver, por eiemplo, D. Gordon, Т . Weisskopt у S, Bowles, "L^n!г
Swing? and the ron reproductive cycle",
American
Economic
Review,
mayo de I9R6,
" De aquí la noción de!
big-p\¡sh
de autfrci como Nurkie, RofnMcin-Rndan y
otros.
1...,117,118,119,120,121,122,123,124,125,126 128,129,130,131,132,133,134,135,136,137,...277