Los suicidad en la literatura - page 89

Carlos Gómez Carro 
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en el tiempo y circunstancia de López Velarde, los de “comodino” y
el que se atribuían los ministros del porfiriato, respectivamente, no
obstante, también le da el poeta a ambos términos un sentido “nove-
doso”, para su época y ambiente, pues asocia, evidentemente, bur-
gués a reaccionario y científico a rigor objetivo e impersonal: no
dice
poda de científicos
y sí
poda científica
(“efectuar científica-
mente una poda”, sin que deje de operar el sarcasmo del adverbio).
Se le ha tachado tanto de “católico retrógrado”, a lo que Zaid reac-
ciona con buena ironía, como de “ingenuo” y de escasas lecturas,
que nos defendemos ante la posibilidad de verlo como un ingenioso
intelectual contemporáneo y, a veces, deseamos ubicarlo como un
payo bien intencionado. De cualquier modo, a este hombre se le ha
querido encasillar como un poeta conservador y retardatario, como
un ejemplar reaccionario. ¿Hasta qué punto se ha escamoteado de
una manera decidida esta faceta progresista del poeta “nacional”?
¿Es el mismo al que algunos contemplan cercano a los cristeros y
aliado de las causas más conservadoras? Habrá que tallarse los ojos
y hacer a un lado tantos lugares comunes acerca de su poesía.
Fichas de dominó
Su idea acerca de la naturaleza orgánica e intuitiva del lenguaje, en
todo caso, es paralela a las que germinaban entonces en otros ámbi-
tos universales, desconocidos para él. Es como concibe Wittgens-
tein al lenguaje (su
Tractatus
es de 1916), y que después sustentará
Chomsky en su Gramática generativa. Un sistema pleno de corres-
pondencias orgánicas, complejas en su necesidad e impecables en
su lógica discursiva, pero a la que se llega por “corazonada”.
28
Una
idea que ahora es plenamente vigente, la del lenguaje como un sis-
tema orgánico, y aun así se ha dicho que era un poeta “limitado”. Lo
dice Octavio Paz, claro: “Poeta escaso, concentrado y complejo. A
estos tres adjetivos hay que agregar otro: limitado. Sus temas son
pocos; sus intereses espirituales, reducidos.”
29
A esta visión apunta-
da del lenguaje como representación del mundo, llega López Velar-
de, en efecto, por “corazonada”, es decir, por intuición, pero intui-
ción refinada por la conciencia, a la que el lenguaje ilumina y no al
28 
“En este tema, al igual que en todos, sólo por la corazonada nos aproximamos
al acierto.”, en “Novedad de la patria” (M), pp. 283-284.
29 
Véase O. Paz,
op. cit
., p. 24.
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