Carlos Gómez Carro
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no hace el amor y hacer el amor con mujeres a las que no ama), o
dicho con sus palabras, “de haber vivido profesando / la moral de la
simetría”.
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Sin embargo, en este descubrimiento ocurrirá un miste-
rio, para él religioso, para nosotros, poético. Pero cuyo enigma sólo
puede estar a salvo si se comprenden mejor los mecanismos de su
pensamiento.
Joven abuelo
Sabemos de su repulsa por el lenguaje manido, de ahí que someta a
su poesía al artilugio constante de su propio extrañamiento, lo cual,
sin duda, coincide con la idea del “arte como artificio”, como
preámbulo de la experiencia literaria, con el que experimentaba el
formalismo ruso por aquella misma época. Extrañamiento verbal
por el cual las palabras son capaces de recuperar sus antiguos pode-
res, su originalidad y su profecía. Ya lo decía Torres Bodet: “Donde
alguno podía decir:
universal
, apunta él, pintorescamente, ecuméni-
co. Y donde otro escribiría: un niño, él ve, inmediatamente, un
párvulo
.”
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O como lo describe, años después, Antonio Acevedo Escobedo:
Ya en estos primeros trabajos muestra [López Velarde a los veintiún
años] su preferencia por utilizar “esquilas” donde campanas, “masti-
nes” donde perros, “aldeanas” donde provincianas, “lacónico” donde
breve.
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Mallarmeanamente, López Velarde disponía su lenguaje en el arduo
montaje de piezas que se acomodan, por azar y necesidad, en un ta-
blero de correspondencias, en el que a modo de fichas de dominó,
naipes de una baraja o piezas del ajedrez, las palabras se unen en un
juego de correspondencias en las que comulgan sus dilemas, espe-
cialmente los relativos a la otredad femenina, ya citábamos: “Pro-
lóngase tu doncellez / como una vacua intriga de ajedrez”.
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33
“Gavota” (SC), p. 249.
34
José Luis Martínez, “Examen de Ramón López Velarde”, en R. López Velarde,
op. cit.
, p. 25.
35
Antonio Acevedo Escobedo, “El gusto de lavar las palabras”, en Guadalupe
Appendini,
Ramón López Velarde. Sus rostros desconocidos
, 2a. ed., México,
fce
,
1990, p. 40.
36
“Despilfarras el tiempo” (Z), p. 193.