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Tema y Variaciones de Literatura 40
lápiz me ha hecho temblar el riesgo del sacrilegio”. Y no sólo por su
renuencia a la paternidad, apuntalada en diversos escritos. Nos pro-
pone lo que nadie ha querido leer, lo cual lo pone “de rodillas” por
sus implicaciones heréticas: la supeditación de la Virgen, en todos
sentidos, a los deseos divinos. Advierte, pues, como en las religio-
nes paganas, un erotismo sagrado de Dios hacia quien ha elegido
para ser madre de su Hijo. En su percepción panteísta, López Velar-
de hace una divinización del amor a la carne, por lo que ve legítimo
que en cada mujer se exprese la misma voluntad de María hacia
Dios, y en ello, la encarnación sensible del Verbo.
Con la patria que nos lega, ocurre un tratamiento a la altura de su
pensamiento erótico y hermético:
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“Al triste y al feliz dices que sí”.
57
Una patria entregada a cualquiera que la solicite, pero que, de
cualquier modo, es “inmune a la afrenta, así la cubran de sal”.
58
La
compleja metamorfosis que opera en el espíritu del poeta se produ-
ce simultánea a su concepción mestiza de la patria. “Castellana y
morisca, rayada de azteca”, como la define, sin olvidar que, en su
caso, lo castellano es lo casto, lo supeditado a Roma; lo morisco, en
lo que particulariza su inclinación poligámica:
Yo, varón integral,
nutrido en el panal
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El lugar común acerca del poeta es, por lo general, maniqueo. El de que a una
provincia casta opone la capital pecaminosa. Y en esas dos instancias, su visión de lo
femenino: a las mujeres castas (y provincianas) opone las lujuriosas (casi siempre capi
talinas). Así procede en su análisis Martha L. Canfield: “ La patria de López Velarde,
efectivamente, tiene ojos de mestiza y se parece mucho a la provincia. Mejor dicho,
su patria es una provincia espléndida con una pequeña capital pecaminosa («ojerosa
y pintada»)”, o “ La ciudad, fuente de pecado según la veía nuestro poeta, se iba a de-
vorar a la aldea, reducto de virtud”. En Martha L. Canfield, “La provincia inmutable
(Estudios sobre la poesía de Ramón López Velarde)”, en Biblioteca Virtual Miguel
de Cervantes:
estudios-sobre-la-poesia-de-ramon-lopez-velarde/html/c3fef07f-f379-4a70-bbda-
5c6148d2104d_25.html#I_13_. [Consulta: 23 de julio de 2013.] En realidad, el pare-
cer del poeta acerca de la capital era semejante al que describió en homenaje a su
amigo Saturnino Herrán: “Si sólo la pasión es fecunda, procede publicar el nombre
de la amante de Herrán. Él amó a su país; pero usando de la más real de las alego-
rías, puedo asentar que la amante de Herrán fue la ciudad de México, millonésima
en el dolor y en el placer. [...] En la solemne y copiosa obra de Herrán, apologética
de la ciudad, blanquean la col y la flor de la metrópoli.”, en “Oración fúnebre” (M),
p. 307.
57
“La suave Patria” (SC), p. 262.
58
“Novedad de la patria” (M), p. 283.