Tema y Variaciones 42 - page 186

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Tema y variaciones de literatura 42
El poema es una visión poética sobre esta experiencia solidaria
del poeta y la síntesis de una historia que nunca acaba de termi-
nar: la miseria del campesino, explotado por el patrón latifundista.
Sin que pretenda ser un texto panfletario,
Entre la piedra y la flor
adquiere valores universales por el manejo de símbolos y cuestio-
nes éticas sobre el origen, la muerte y el tiempo. Podríamos re-
plantearlo en palabras del mismo Paz:
El orden revolucionario es el fin de los malos tiempos y el principio
del tiempo verdadero. Ese principio es un comienzo pero sobre todo
es un origen. Y más: es el fundamento mismo del tiempo […] Es el
principio por excelencia, aquello que rige el transcurrir. La fuerza de
gravedad del tiempo, lo que da sentido a su movimiento y fecundi-
dad a su agitación, es un punto fijo: ese pasado que es un perpetuo
principio
15
.
De esta forma lo podemos observar desde el primer verso del poe-
ma: “Amanecemos piedras”,
16
que nos remite a un espacio primi-
tivo y a un movimiento del principio y fin de la existencia. En esa
contrariedad de acción de amanecer y morir, el poeta capta la rea-
lidad del hombre desde el interior de sí mismo, muestra la imagen
de renacer desde la misma tierra, en donde se concentra la fuente de
vida. Es un concepto metafísico en que la acción del principio re-
torna a su origen.
La voz poética describe el ambiente del lugar y manifiesta el
espíritu del henequén resguardado en la tierra: “Nada sino la luz.
No hay nada/ sino la luz contra la luz”.
Ante ese vértigo, el espíritu surge como el agua que ilumina
el espacio vacío: es el anhelo de libertad entre ese encarcelamien-
to. Como se muestra también en esta estrofa: “La tierra:/ palma
de una mano de piedra./ El agua callada/ en su tumba calcárea./ El
agua encarcelada, / húmeda lengua humilde/ que no dice nada”.
El poeta asocia la imagen del agua como el principio de vida,
el elemento que permite liberar ese encarcelamiento de la tierra
para que pueda surgir, silenciosamente, la planta que ha sembrado
15 
Octavio Paz,
Cuadrivio
, México, Joaquín Mortiz, 1972, p. 23.
16 
Paz,
Libertad bajo palabra (1935-1957)
…, p. 149 y ss. Las demás citas per-
tenecen también a esta misma edición preparada por Enrico Mario Santí.
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