174
Tema y variaciones de literatura 42
pensamiento –ciencia, arte, filosofía, mito– y su propagación sur-
gen de aquí.
Además, en el siglo
III
a. de C., Alejandro Magno fundó la Bi-
blioteca de Alejandría, con el objetivo de preservar el legado de la
civilización griega. Fue la más grande de su tiempo, pues se sabe
que llegó a albergar más de 500 mil manuscritos adquiridos en
Grecia, el Medio Oriente, la India y África. Lamentablemente, esta
gran colección se perdió, en su totalidad, por un incendio. Asimis-
mo, la invención del papel, a partir de fibras vegetales, en China,
soporte que permitía el uso de la tinta, favoreció la difusión de la
escritura.
Desde la Grecia antigua y la Roma imperial el pensamiento
circulaba en manuscritos. Y aunque su lectura era sólo para las cla-
ses privilegiadas, la ruta hacia la democratización de la lectura no
se detendría, por más que fuera larga y sinuosa. En la Alta Edad
Media, lo mismo que en la antigüedad, la lectura estaba dirigida
a las minorías. El gobierno, el sacerdocio y la aristocracia detenta-
ban este privilegio. Y buena parte de los manuscritos versaban so-
bre temas sagrados. Pero al surgir las universidades, en el siglo
XII
,
textos clásicos de saberes filosóficos, científicos y aun profanos
abrieron nuevas posibilidades. Una de las aficiones mayores de
este tiempo fue la lectura de novelas de caballería.
El otro paso decisivo para el desarrollo humano fue la inven-
ción de la imprenta. 1492 es la fecha oficial. Es un año axial, pues
se consuma la unificación de España y se descubre América. O se
inventa, para que cupiera en los esquemas conceptuales euro-
peos, como escribe Edmundo O ´Gorman. Aunque se dice que los
chinos en el siglo
XI
y los coreanos en el XIII crearon sistemas de
reproducción escritural con tipos móviles, fue Gutenberg quien
adaptó una prensa, utilizada para exprimir uvas y fabricar vino,
para comenzar la revolución del pensamiento humano al facilitar
su difusión a mayor escala. ¿Grata coincidencia? El hombre degus-
taría un licor más perdurable.
Ya puede hablarse, ahora, del concepto de libro y su propaga-
ción en Europa. La imprenta fomentó la curiosidad por la lectura
y propició la demanda de ejemplares. Muy pronto los talleres ita-
lianos superaron a los alemanes. En el siglo
XVI
destacó Amberes
como exportador de ejemplares en diferentes idiomas. En Francia
se desarrolló el arte tipográfico y en España se publicó la Biblia po-
líglota a partir de 1514. En nuestros días, el término incunable es
Revista_42.indb 174
10/11/14 12:27