cio, así como las condiciones de su producción, reproducción
y
la
contextualización del poder, la política
y
la ideología (Soja, 1991).
Como última cualidad del espacio quisiera referirme al concep–
to de espacios míticos o sagrados . Los espacios míticos son creados
mediante la representación de un orden cósmico en el espacio físi–
co, por ejemplo mediante puntos cardinales o ejes centrales que se
definen por determinados sucesos astronómicos (Tuan, 1974:131).
Un espacio sagrado se diferencia del espacio profano por una señal
distintiva, por un punto fijo
O
una manifestación de lo sagrado, lo
que se conoce como una hierofanía (Eliade, 1990:14). A través de
estas señales -por ejemplo, en el templo, pero también en aquellas
señales simbólicas como la del águila sobre el nopal en el caso del
Zócalo)- se ponen de manifiesto las relaciones entre el mundo
y
el
cosmos; surgen así, según Mircea Eliade, los "sitios sagrados", espa–
cios significativos
y
únicos (Eliade, 1990:25).
Todas las cualidades del espacio aquí mencionadas se hallan en
una relación recíproca. Sólo su enlace condiciona la complejidad de un
"espacio urbano"
y
por lo tanto el significado cultural de la ciudad.
Teniendo en cuenta los términos
y
conceptos aquí descritos tiene
lugar, en el capítulo siguiente, la descripción etnográfica del Zócalo.
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1...,56,57,58,59,60,61,62,63,64,65 67,68,69,70,71,72,73,74,75,76,...306