demostró Maurice Halbwachs, determinados recuerdos (colectivos)
quedan inscritos en el lugar material (Halbwachs, 1991). Lucy Lippard
llama a ese saber local inscrito en cada lugar "el narrativo histórico"
(Lippard, 1997:7). Ambas facetas de esas imágenes de la historia se
materializan en la configuración urbana: "La ciudad [... ] es un siste–
ma espacial y sígnico en
el
cual la sociedad no sólo lega
~
la posteri–
dad los conceptos sobre sí misma, sobre su historia y sus institucio–
nes históricas, sino donde los redefine y recrea constantemente"
(Pieper, 1995:21).
Un segundo aspecto del espacio es por tanto su cualidad material
o física. El espacio físico puede medirse por su extensión, superficie,
volumen o estrechez, y se caracteriza por la presencia de elementos
arquitectónicos. Según Denise Lawrence y Setha Low, el concepto
abstracto "entorno construido" designa los productos de las activi–
dades constructivas del hombre, que incluyen los diferentes tipos de
edifi cios así como aquellos espacios materiales definidos tales como
calles y plazas (Lawrencej Low, 1990:454). El espacio urbano se ca–
racteriza por sus símbolos constructivos y por una materialidad es–
pecífica (concreto, asfalto, ladrillo, acero, vidrio, objetos de la infra–
estructura técnica, etcétera), que de termina la configuración de la
ciudad y con ella la percepción del entorno urbano
(ef
Kokot/
Hengartnerj Wildner, 2000:11 ).
En el espacio material tienen lugar las interacciones sociales . El
espacio no es a fi n de cuentas un recipiente (en
el
sentido de la
fís ica), sino una expresión concreta de aquellos condicionamientos
históricos y sociales que caracterizan a una sociedad. Por medio de
las diferentes atribuciones de significado y formas de apropiación
por parte de los habitantes de una ciudad, se pone de manifiesto un
espacio social de la práctica cotidiana.' Los habitantes se apropian
de los espacios públicos de la ciudad -de las calles y plazas, por ejem-
3
Gisela Welz desarrolló un concepto ecológico-cultural del espacio urbano.
Ella califica el espacio público de la calle como un lugar de labor identitaria colec–
tiva: en la calle se construye una imagen común de la realidad, que otorga un
orden cultural a un entorno muy fragmentado espacial
y
socialmente, e l cual , en
el ejemplo empírico de Welz, es un barrio de la ciudad de Nueva York. El discurso
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1...,53,54,55,56,57,58,59,60,61,62 64,65,66,67,68,69,70,71,72,73,...306