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este caso el lugar específico de las ruinas, forman un apoyo de la me–
moria; alrededor de las ruinas se inventan historias (Assmann,
1999:3 15).
Un lugar de conmemoración no es precisamente el sitio donde
una historia determinada ha sido continuada, sino donde ésta ha
sido interrumpida en forma más o menos abrupta. Esa historia
interrumpida se materializa en ruinas y reliquias que se distin–
guen del entorno como restos extraños [...] La historia, interrum–
pida y sólo palpable a través de sus huellas, puede ser de gran
significación para un presente heredero, cuando éste reconoce
en aquel pasado una base normativa de su propio tiempo. Las
ruinas y las reliquias que han existido por mucho tiempo como
escombros ignorados, llegando a volverse insignificantes e invisi–
bles, pueden tomarse visibles de repente, cuando recae sobre
ellas la luz de un renovado interés (Assmann, 1996:17).
En el caso del Templo Mayor del Zócalo las ruinas se distinguen como
"restos extraños de una historia interrumpida", pero no aparecen,
según plantea Assmann en otro momento, "sin relación con la vida
local del presente" (Assmann, 1999:309), sino que se insertan en la
vida social actual mediante prácticas y discursos específicos al tiempo
que son empleadas para construir una identidad contemporánea en
el espacio urbano. En el análisis del punto de observación Templo
Mayor y de su dimensión histórica como lugar de conmemoración o
lugar historizado, se evidencia cómo en la construcción del espacio
urbano intervienen los más disímiles grupos de interés, los cuales aca–
paran el lugar para sus propios fines , contribuyendo a su representa–
ción. En ese sentido, puede hablarse en coincidencia con Augé de un
lugar antropológico que se caracteriza por que en él se transmiten
discursos que fomentan la identidad:
No debe sorprender que las expresiones de tales discursos sean con
frecuencia de índole espacial, pues el dispositivo espacial pone de
relieve, por una parte, la identidad del grupo (los orígenes del grupo