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El Libre Comercio entre Estados Unidos y Canadá 51
el lado canadiense. Por otro lado, están quienes se
oponen por suponer que todo lo que signifique
reducir diferencias ampliaría el camino de la ane­
xión de la economía de Canadá a la de Estados
Unidos. Por estos motivos muchos analistas, cana­
dienses o no, se muestran escépticos en cuanto a
las soluciones planteadas mediante el Acuerdo,
debido a que las diferencias económicas y políticas
influyen significativamente en los resultados, de
acuerdo con la negociación entre las partes.
Es en este sentido que el Acuerdo rebasa los
límites estrictamente comerciales, para llegar al
ámbito de las decisiones políticas. Alcanzado ese
nivel resultará más complicado pronosticar las for­
mas y los resultados del Acuerdo y, con ello, las
repercusiones para los países involucrados. Si bien
parece correcto aceptar que los efectos de este ALC
sólo podrán ser evaluados en un periodo mayor,
pareciera también que los datos disponibles, antes
y después de la recesión de Canadá, permiten
juicios de opinión orientados a los efectos contra­
rios para este país. La dinámica del proceso llevará,
pues, a la creciente incertidumbre con respecto a
los acontecimientos futuros.