Cuadro 4.6 Estados Unidos y Canadá: participación en las
exportaciones e importaciones mundiales
(porcentaje del total)
Estados Unidos
Canadá
Año
Exports. Imports. Exports. Imports,
1980
11.9
13.2
3.6
3.2
1981
12.8
14.2
3.9
3.6
1982
12.6
14.1
4.1
3.2
1983
12.2
15.4
4.6
3.7
1984
12.6
18.6
5.1
4.2
1985
12.1
18.7
5.0
4.3
1986
11.4
18.6
4.5
4.1
1987
10.8
17.5
4.2
3.8
1988
12.0
16.7
4.4
4.1
1989
12.6
16.6
4.2
4.1
1990
11.8
15.0
3.9
3.5
1991
12.2
14.3
3.8
3.5
Fuente:
Elaborado con base en ™i,
Euadisticas Financieras Internacio–
nales,
varios años.
al 4% del total mundial en el lapso 1983-1989, para
ubicarse en 3.5% en 1991. La tendencia decrecien–
te de la participación canadiense en las exportacio–
nes coincide, ima vez más, con el año de 1985
(cuando registró el 5% de ellas) y continuó hasta el
de 1991, con sólo el 3.8%. Nuevamente, el vínculo
entre importaciones estadounidenses y exporta–
ciones canadienses se presentó durante la década
en ascenso de 1980 a 1985, y en descenso para
1986-1991.
ALGUNOS RESULTADOS IMPORTANTES
Las estadísticas incorporadas en el trabajo
comprenden hasta el segundo año de la aplica–
ción del
ALC
entre Estados Unidos y Canadá.'^ L o
anterior limita efectivamente la evaluación estricta
de sus efectos, sobre todo hacia el lado canadiense.
En síntesis, estas estadísticas enfatizaron para Canadá,
durante 1989-1990. lo siguiente: profundización en los
descensos de producto y del empleo; menor ingreso per
cápita respecto de Estados Unidos; persistencia de fuerzas
inflacionarias; saldos positivos crecientes en balanza co–
mercial al lado del crecimiento brusco en los déficit en
cuenta corriente y una tendencia a la baja en su participa–
ción en las exportaciones mundiales.
El problema anterior se profundiza si conside–
ramos, como lo mostró la información disponible,
el perio- do recesivo que la economía de Canadá
venía presentando desde mediados de la década de
lósanos ochenta. Concretamente, a partir de 1985.
Además, si se consideran los procesos de reor-
denamienlo y de desarrollo de competitividad a
nivel mundial, Canadá podría aspirar, con base en
el Acuerdo, a un cambio de su estructura produc–
tiva interna que le implicara una mayor presencia
en la economía internacional, mediante mejores
niveles de su propia competitividad. Así, como par–
te del mercado mundial, Canadá necesitaba protec–
ción en su acceso al mercado estadounidense.
Estados Unidos, por su parte, requería equipar–
se de una zona comercial para enfrentar los movi–
mientos organizativos de Europa Occidental y Asia.
Además, ambos países tenían intereses comunes
que facilitaron su
ALC . ' ^
A pesar de los puntos de reflexión anteriores,
parece claro también que el "principal problema
de la política internacional de Canadá no radica en
su fragilidad o en una forma cualquiera de desarro–
llo, sino fundamentalmente en el limitado campo
de opciones que le impone su dependencia con
respecto a la economía mundial en general y su
interdependencia eminentemente asimétrica con
respecto a Estados Unidos en particular".''
Por tanto, dicho Acuerdo aparece como una
opción a la importancia de incorporar a la econo–
mía de Canadá en función de las exigencias de los
cambios internacionales. La problemática interna–
cional estadoimidense, manifiesta en los fuertes
desequilibrios financiero y comercial, ha contribui–
do para que este país retome con mayor brío sus
prácticas proteccionistas y el desarrollo de conve–
nios comerciales de tipo bilateral.
En consecuencia, el
ALC
convenido entre Esta–
dos Unidos y Canadá ha generado diferentes co–
rrientes de opinión, incluso desde antes de su
firma. Por un lado, quienes están en favor argu–
mentan, entre otros puntos, que la similitud entre
las economías no se traduciría en altos costos para
Véase C. A\-ila. "El mercado de America del Norte, espacio
económico para México", en
Comercio Extenor,
vol. 41, núm.
7, México, julio 1091.
D. Bnmelle y Ch. Deblock,
op. cit..
p. 135.
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