niosófico del iiri^imcnlo de Triedinan
revela así fundamental-
ntcnte falso. Por otro l;ido, la historia ha invalidüdo igualmente los
totalitarismo socialisUis que liaccn de
lucha de clases y de la
dictadura del proletariado el sustento ideológico del despotismo
de Eslado. Frente a estas alt-prnalivas. igiialmenle falsas, e! iisicma
de economía mixta y democrático representa una opción válida,
teórica e hisióricameiUc, para fincar el proceso de crecimienio
sobre bases cualit.itivaineiilc diferemes, promoviendo el ЬепеП-
cio colectivo y el desarrollo social. Sin negar la existencia <Íe clases
e intereses de clase, muchas veces divergentes, se afirma la posibi­
lidad de un pacto social renovado, que armonice las dísiinias fuer­
zas sociales en función de objetivos nacionales y comuníiarios.
planeaciòn democrática y participaliva, como instrumento
y principio de gobierno, aparece así como el mejor medio para fi–
jar los límites de la acción del Estado y conjurar con ello toda
tendencia hacia cl totalitarismo.
rectoría estatal en la economía existe en [odas las socie–
dades, independientemente de su sistema polílicu-jdeológico y
régimen predominarne de propiedad, si bien con formas y énfasis
diferentes. Los matices de lu intervención estatal dependen de las
peculiaridades nacionales; como son sus antecedentes históricos,
grado de desaiTolto y correlación de fuerzas sociales, correspon–
diendo a cada nación el diseño e implantación de su modelo par–
ticular, de las nonnas jurídicas que le proporcione estructura
orgánica y de las reglamentaciones que diriman sus controversias.
En su sistema económico, esle compromiso se manifiesta en
síntesis dinámica entre libertades económicas y derechos sociales.
Un Eslado de Derecho, democrático, es un medio para la
realización de todos los posibles fines sociales. Ello demanda el
engarce de las funciones del Estado cun un sistema de plantación
que consulta y conviene con los sectores para imprimir solidez,
dinamismo, pennanencia y equidad al crecimiento de la economía,
mediante un diálogo sistemático entre los diversos grupos sociales,
En este contexto, Rectoría del Estado, cn un régimen de eco–
nomía mixta no significa un Estado más grande, sino un Estado
más racional y eficiente cn lo económico y más participativo y
democrático en lo político.
De ahí que, el reto teórico y práctico de nuestra época es cl
desarrollo de una teoría de la ¡ntrr\'enc¡ón del Estado en sus fun–
ciones como agente económico: una teoría que establezca los
límites y alcances del Estado, como Estado pbnificador, empresa–
rio, tributario, inversionista, promotor, benefactor y regulador;
teoría que necesariamente debe desarrollarse en el marco de un
nuevo paradigma (el neoeslructuralismo postkeynesiano de econo–
mía política) que puede dar respuesta y plantear salidas a U cri–
sis del capitalismo contemporáneo. I,o (]ue finalmente coadyu–
vara
d
fortalecer y desarrullar los sistemas nacionales, dcniocrá-
ticos, de economía mixta bajo la Rectoría del Estado y de un sis–
tema de planeación participativa, alejando de nucstos países de
América Latina el espectro infame de la contrarrevolución mone–
tarista.
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