— Et control de rentas
(. . . ) o
controles más o menos generales
sobre precios y salarias, tal como los que se impusieron du
rante la segunda guerra mundial.
— Salarios ininimos legales, o precios máximos, tal como cl
máximo legal de cero, que se les permite pagar a los bancos
comerciales por depósitos a ta vista, o el tipo de interés máxi
mo que fija ta ley para tos depósitos de ahorros o a plazos.
—La reglamentación detallada de industrias, tal como la re
glamentación de los transportes [. . . ] Otro ejemplo es la regla
mentación en detalle de la banca.
— Las limitaciones que impone implícitamente a la libertad
de expresión la Comisión Federal de Comunicaciones median
te su control sobre la radio y televisión.
— Los programas actuales de seguros sociales, especialmente
los programas de vejez y retiro.
— Las llamadas viviendas públicas, y toda la serie de sub
sidios encaminados a fomentar la construcción residencial.
— Los parques nacionales.
— La prohibición legal de transportar el correo con finalidad
de lucro.
—Carreteras de pago, de propiedad y explotación pública,
como hemos dicho anteriormente. "
El modelo "ideal" de organización económica'*
Las objeciones de Friedman respecto del papel del Estado se extien
den a la mayoría de las naciones contemporáneas. Sin embargo, el
autor encuentra un caso actual que representa el modelo ideal de
organización económica para el neoliberalismo, esto es la colonia
inglesa de Hong Kong:
"En el mundo de. nuestros días, el gran Estado parece omni
presente. Podemos preguntar si existen algunos ejemplos con
temporáneos de sociedades que descansen principalmente en
el intercambio voluntario por medio del mercado para orga
nizar su actividad económica, y en las que el Estado, se limite
a cumplir nuestros cuatro deberes.
H a c e c u m p l i r la l e y y r e s p e t a r el o r d e n , p r o p o r c i o n a los m e d i o s p a r a la d e
f i n i c i ó n de las regla.s tip r o n d u c t a , falla los litÍBÍos, facilita los t r a n s p o r t e s
y las c o m u n i c a c i o n e s y s u p e r v i s a la m o n e d a . ' ^
'Puede que el mejor ejemplo sea Hong Kong [. . .} Es un
poco irónico que Hong Kong, colonia de la Corona Británica,
represente et ejemplo moderno de la libertad de mercado у
det gobierno limitado. "
Del "Manifiesto Monetarista" se infiere que los problemas de la
sociedad no provienen de un exceso de capitalismo sino, por el
contrario, de una insuficiencia de propiedad privada у del exceso
de intervencionismo del Estado que ha degenerado en Leviatán.
Si el Occidente está enfermo, nos dice Henri Lepage, "si tos
ríos se convierten en cloacas y las ciudades llegan a ser inhabita
bles, si la pobreza y la miseria persisten a pesar de ta elevación
general del producto nacional y de los esfuerzos políticos en ta
redistribución [.. .| todo ello no se debe a que nuestra sociedad es
capitalista. A la invprsa, se debe a que nunca ha sido realmente ca
pitalista, puesto que lo que se reprocha al capitalismo no provie
ne de su naturaleza, de sus supuestas leyes, sino del hecho de que
el Estado, traspasando sus límites naturales de acción, impide el
funcionamiento eficaz de los mecanismos de saneamiento ligados
al juego de la competencia".^*
Desde este jusíiaturatismo económico, arreglado y adicionado
por los significados de la ley de mercados de Say, la contrarrevolu
ción monetarista rescata la vieja ortodoxia y, disfrazada con los
harapos del monetarismo, pretende provocar una revolución al
revés para legitimar el renacimiento del pensamiento y la política
económica de la Escuela Clásica.
Esta contrarrevolución monetarista ha salido del
mundo de las
ideas
en los recintos académicos, y ya se encuentra en el
mundo
real
avanzando a pasos agigantados tanto en países del centro
como de América Latina.
EL NEOLIBERALISMO EN LA PRACTICA:
DE LA CONTRARREVOLUC I ÓN ECONOMICA
A LA CONTRARREFORMA POLITICA
Los experimentos están en la escena económica y política de nues
tro tiempo. Y en ella sus guionistas y apuntadores se desempeiian
como el poder tras el trono alentando a los actores con la consigna:
"todo el poder a la contrarrevolución monetarista". Sus embates al
canzan incluso a países como Estados Unidos e Inglaterra que tie
nen una larga tradición democrática, de muy difícil aunque no
imposible cancleación.