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¿DISEÑAR CON FRACTALES? ¡VAYA UN ABSURDO!
Por cierto, la arquitectura real no es estrictamente autosimilar, ya que se encuentra invadida
por la
escalera del diablo
1so
y tiene, como consecuencia
mordidas
que ponen
límite~
a la auto–
similitud de sus formas. Así por ejemplo, dentro de rangos diferentes, acercamientos sucesivos
a la fachada del templo de Angkor Vat en Camboya, de la Pirámide del Adivino en Uxmal, del
Santuario de Ocotlán, en Tlaxcala, o del templo de
Vierzenheiligen
del barroco dinámico ale–
mán, etcétera, revelan, en sus diferentes escalas, formas que contienen formas que contienen
formas. Por otro lado, los casos de arquitectura estrictamente autosimilar parecen ser los in–
mensos conjuntos habitacionales estereotipo, donde todo es idéntico a todo, en una escala y en
todas las escalas. Un detalle tiene una forma muy similar a la de una ventana, y ésta, a la de una
fachada, y ésta a la imagen de un conjunto habitacional completo. Incluso hay una célebre torre
que es como un epítome involuntario de la fractalidad en la arquitectura y en la construcción:
la torre Eiffel de 1899. Si bien, su estructura general nos recuerda claramente la pirámide de
Sierpinski, cabe señalar que cada una de sus grandes armaduras de acero son estructuras que
contienen otras armaduras que contienen otras armaduras, que contienen otros elementos es–
tructurales menores.
1S1
La arquitectura Beaux-Arts preferida de Mandelbrot.
Benoit sugiere incluso que el arte frac–
tal se remonta a la noche de los tiempos:
Que la geometría fractal nos ofrece, entre otros regalos, una forma nueva de arte o, al menos, de deco–
ración, parecía sorprendente. Pero ahora creo que es completamente natural: antes de estar asociados
a la austeridad matemática de 1900, los fractales provenían del arte o de la decoración de un número
innumerable de culturas de todos los continentes. ¿No sería que la frase "al principio era el Verbo"
debería convertirse en "al principio era la imagen"? [...
J
Veo a los fractales por todas partes pero, sobre
todo, en las obras de arte. Esas curvas que -por una ironía que podría llamarse familiar- yo había
calificado como de Sierpinski abundan en las iglesias italianas o en los mandalas tibetanos. Aparte del
tamaño, la noción de autosimilaridad que rige a los fractales, que significa que cada una de sus partes
sea de la misma forma que el todo, se le encuentra ya en los tratados budistas zen.
152
No está de más sugerir que el arte más satisfactorio carece de escala, dicho sea esto en el sentido
de que contiene elementos importantes en todas las escalas. En contra de la frialdad típica del
movimiento moderno del Seagram Building (Ludwig Mies van der Rohe, 1958), Mandelbrot
ofrece la arquitectura
Beaux-Arts,
con sus esculturas y gárgolas, sus piedras salientes almoha–
dilladas y sus jambas, sus cartelas decoradas con volutas, sus frontones repletos de motivos y
sus cornisas ricamente rematadas (véase figuras 23
y
24) . En cierto sentido, un paradigma de
Beaux-Arts,
como el edificio de la Ópera de París (Charles Garnier, 1861-1875), no tiene escala
porque contiene todas las escalas. Un observador que mire al edificio desde cualquier distancia
encuentra siempre algún detalle para alimentar alojo. La composición cambia tan pronto uno
150
CJ,
Benoit Mandelbrot.
La geometría fractal de la naturaleza,
pp. 120 Y12l.
15'
Eliezer Braun,
Caos,fractales
y
cosas raras,
XIX,
en
cia3/1S0/htm/sec_21.htm>.
152
Benoit Mandelbrot, "Prefacio': en Bernard Sapoval,
op.
cit..
p. 10.
1...,90,91,92,93,94,95,96,97,98,99 101,102,103,104,105,106,107,108,109,110,...144