Treveiyan C , El ordenamiento de la revolución en
La revolución inglesa,
México, FCE 1981.
EL ORDENAMIENTO DE LA KEVOLUClóN
El Ordcnnrrienio de los asuntos de U iglesia
y
el es-
lado que la Revolución llevó a efecto,
y
que ahora
vamos a examinar, duró con muy pocos cambios hasta
lo época de la Reforma, en el siglo
XIX, y
sus princi–
pios fundamenlslcs todavía sustentan
a [as
institu–
ciones deniijcrálicas y burocráticas que desde rnlonces
se han erigido sobre sus cimientos. Esle Ordenamicn-
lo nació de la situociúii creada pnr la iniída de Ja.
cobo, pero la forma que lomó fué obra deliberada del
l'artamento-Converción.
¿Qué era exaelamenle cl Pariaiucnto-Convención?
Haliía sido convocado medíanle e.'ícrilos circulados en
Kavidad por cl príncipe de Orange a petición de la
asamblea iio oficial de algunos pores y anlipuos di–
putados de los Comunes. Las elecciones se celebraron
durante el interregno, bajo la autoridad de los citados
escritos del príncipe; no eran propiamente decretos
como los que únicamente podía expedir un rey, por–
que no había rey. El primer a^^unlo que liabía de
trotar la Convención era precisamente elegir un rey.
I'or cousiguicntc, las dos Cámaras que se reunieron
en enero no eran un Parlamento en el sentido literal
de la ley. Eran meramente una "Convención", como
Is que habría llamado a Inglaterra
a
Carlos U. Este
liedlo suministró a ios jacobitas funilomento legal
¡lara impugnar los títulos de Guillermo y María en
cuanto reyes, puesto que tales títulos derivaban
d e
una decisión de aquella irregular "Convención". Los
títulos de Carlos II no habían emanado, s los ojos
de la ley, de la Convención
d e
1660, sino
de
su propio
derecho hereditario.
En esto, pues, estriba el carácter revolucionario
y
extralegal
d e
todo lo
que s e
hizo en 1689. Era im-