renglones en los que se prometían los mejores
resultados. La inflación, entre diciembre de 1982 y
diciembre de 1983, pasó del 98.8% con respecto a
1981, al 80.8%.
Aunque 1984 y 1985 fueron años de crecimien–
to del
PIB,
3.7 y 2.7%, respectivamente, y aun
cuando la inversión privada tuvo una ligera recu–
peración, los salarios reales continuaron su caída,
el déficit del sector público disminuyó (8.7% del
PIB),
la balanza comercial seguía mostrando saldo
posifivo y la inflación se colocó en un 59.2%; el
único elemento dinámico de la demanda final lo
constituían la exportación y las actividades directa–
mente vinculadas a ella.
El año 1985 fue particularmente difícil para los
propósitos de disminuir inflación y déficit. La caída
en los precios internacionales del petróleo, el re–
traimiento de las exportaciones manufactureras, el
crecimiento de las tasas externas de interés, la
disminución de las reservas del Banco de México y
los sismos del mes de septiembre en la capital del
país (la
CEPAL
estima que, además de la pérdida de
vidas humanas, comportaron un daño aproximado
de 3 600 millones de dólares en viviendas, hospita–
les, escuelas, edificios públicos y en comunicacio–
nes y red de agua), fueron elementos cuya apari–
ción simultánea imposibilitó la continuación del
ajuste. Con todo, la producción industrial conti–
nuó su recuperación, aunque sin alcanzar los nive–
les de 1982.
Los tres primeros meses de 1986 no permitie–
ron un mejoramiento de la situación: los precios
internacionales del petróleo cayeron de 25 a 12
dólares por barril, las tasas de interés externas
continuaron su crecimiento y, en general, el sector
financiero internacional se endureció, al negarse a
otorgar nuevos préstamos, a negociar pasivos o
tasas de interés y a realizar cualquier tipo de con–
cesión.
Por lo anterior, durante 1986 se pretendió
adoptar medidas distintas, contenidas en el Progra–
ma de Aliento y Crecimiento
(PAC).
Éstas se enca–
minaron a restablecer el crecimiento; se intentó
iniciar dicho programa con un nuevo acuerdo de
crédito contingente con el
FMl;
sin embargo, la
inversión productiva de ese año fue 41% inferior a
la de 1981; el empleo manufacturero fue 19.5%
inferior al alcanzado en agosto de 1981; y el
PIB,
3.4% inferior al de aquel año. Atrás de estos hechos
operó la dramática reducción de los ingresos pe–
troleros, la cual, afectó principalmente a las ramas
dedicadas a satisfacer al mercado interno. La mayo–
ría de estas actividades no se han colocado aún en
el nivel alcanzado en 1981.
Algunos ejemplos ilustrarán adecuadamente
tal situación; si se toma a la producción de 1981
como el 100%, se tiene que en 1987:
• Vidrio plano, liso y labrado produjo sólo el
75.8%;
• Fundición y laminación primaria de hierro y
acero, el 92.2%;
• Laminación secundaria de hierro y acero, el
89.9%;
• Máquinas para oficina, el 86.6%; y,
• Automóviles y tractores, el 48.3%.
Las preocupaciones oficiales, derivadas de una
estrategia secundario-exportadora, se encamina–
ron a favorecer el crecimiento del producto de las
ramas vinculadas a tal propósito; por ello, la cerve–
za, el cemento hidráulico y los automotores tuvie–
ron, a mediados de 1987, un crecimiento de 5.3%
y 75.9%, respectivamente, en relación con 1981.
El de 1987 fue un año de leve recuperación,
hasta el mes de octubre, y de aparatosa recaída, tras
el violento crack de la bolsa de valores. Los recursos
frescos requeridos por el
PAC,
desde junio de 1986,
llegaron al país en marzo de 1987, con lo cual las
reservas internacionales del Banco de México pa–
saron de 6 ООО a 15 ООО millones de dólares; los
precios internacionales del petróleo se restablecie–
ron, desde mediados de 1986 hasta agosto de 1987;
este hecho mejoró considerablemente los ingresos
por exportación y permitió que el saldo comercial,
en septiembre del último año, fuera 144% mayor
que el del mismo periodo del primero, con lo que
se alcanzó un mayor fortalecimiento de las reser–
vas; algunas ramas productivas mostraron signos
de crecimiento, notoriamente exagerados por los
voceros oficiales y drásticamente frenados por la
crisis financiera del último trimestre del año. Debe
añadirse que tal crecimiento se apoyó mucho más
en la utilización de la capacidad instalada que en el
incremento o promoción de nuevas inversiones: la
inversión bruta fija y la importación de bienes de
1...,26,27,28,29,30,31,32,33,34,35 37,38,39,40,41,42,43,44,45,46,...104