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Capitulo Cuatro
65% Uounay and Senaud, 1978; Poos
el
al., 1979 ).
En términos generales, al incrementar la dosis de
monensín se reducen los protozoarios, siendo Jos
holotricos los más susceptibles (Wallace
el
al.,
1981), sin llegar a causar defaunación (Mendoza,
1991). Existe información limitada sobre el efecto
del monensÍn sobre los protozoarios en raciones
altas en grano, pero los datos de Gyulai y Baran
(1988) indican que el efecto antiprotozoario del
monensín es más pronunciado en raciones basadas
en concentrados que en forrajes. Algunos trabajos
muestran que los protozoarios pueden establecer–
se en raciones altas en granos aun cuando el mo·
nensín es incluido en la dieta (Towne
el
al., 1990;
Mendoza
el
al.,
1990). La mayor frecuencia de
alimentación también estimula e! desarrollo de los
protozoarios (Bonhomme, 1990).
La
incorporación de grasa en la ración también
reduce la población de protozoarios (Czerkawski
el
al.,
1975). Resultados de Czerkawski (1973) mostra–
ron que la adición de aceite de linaza en forma
progresiva, reducía la población de ciliados a 2%
de! grupo testigo. Resultados similares fueron re–
portados por Ikwuegbu y Sunon (1982) quienes
lograron defaunar animales después de 42 días de
infusión intrarruminal de 40 mI de aceite de linaza.
Los hidrolizados de aceite de soya cotienen eleva–
das cantidades las cuales se pueden usar para de–
faunar animales (Demeyer, 1988; Broudiscou
el
al.,
1990). Towne
el
al.
(1990) observaron que el uso
de cebo al 3.5% en raciones con monensín, reduje–
ron los conteos de protozoarios en un 15%. El
efecto de las grasas sobre los protozoarios está
relacionado con e! tipo de grasa y con la propor–
ción de ácidos poli-insaturados. Aparentemente
existe una relación negativa entre el contenido de
ácidos no saturados y los efectos detrimentales
sobre los protozoarios. Como los protozoarios pue–
den jugar un papel importante en la prevención de
acidosis, convendría considerar la evaluación de
gra.
sas protegidas en raciones altas en grano.
El pH ruminal es uno de los factores que más
afectan a los protozoarios, los cuales son afectados
en valores de pH inferiores a 5.5 (Hungate, 1966).
Hino
el
al.
(1973) encontraron que al mantener un
cultivo por 48 h en pH abajo de 4.5 eliminaba a los
Entodinium. Los resultados de Newbold
el
al.
(1986) mostraron que los protozoarios eran reduci–
dos al recibir infusiones de lactato en dietas con 40%
de heno. Mendoza (1991) redujo el pH ruminal a
5.52 después de 2 días de infusiones continuas de
lactato y logró defaunar animales.
Los valores reducidos de pH en e! rumen han
sido asociados con reducciones de! consumo hasta
en un 50% (Bhattacharya y Warner, 1967).
La
infusión de ácido láctico incrementa la utilización
de lactato en e! rumen; Huntington y Britton
(1978) mostraron que la utilización se incrementó
por 1 j.tg/min-1/ mr 1 al incorporar por varios días
e! lactato en la ración. Es necesario mencionar que
la importancia biológica de este incremento es
mínima.
Las
concentraciones ruminales de lactato gene·
ralmente son mayores en animales defaunados
Uounay
el
al.,
1981). Newbold
el
al.
(1986) reporta–
ron que la defaunación resultó en incrementos en
la concentración de L-Iactato de 3.4 a 8.9 mM en una
dieta baja en forraje; aunque Nagaraja
el
al. (1990)
y Mendoza (1991) no encontraron cambios en
dietas altas en grano.
En estudios conducidos por Marounek
el
al.
(1989), la utilización de lactato era menor con un
inóculo libre de protozoarios, lo cual sugiere que
la presencia de protozoarios podría incrementar la
metabolización del ácido láctico en e! rumen .
En rumiantes alimentados con diestas altas en
granos es posible que se presenten valores de pH
suficientemente ácidos para eliminar los protozoa–
rios. Sin embargo, los protozoarios del omaso pue–
den jugar un pape! importante para refaunar di–
chos animales. Eadie y Oxford (1957) sospecharon
la posibilidad de la refaunación por protozoarios
del omaso, y Towne y Nagaraja (1990) reportaron
una relativa elevada población de protozoarios en
el amaso de los rumiantes que confirmaron las
sospechas de Eadie y Oxford (1957).
Los experimentos con animales defaunados
han mostrado resultados contradictorios con res–
pecto al patrón de ácidos grasos volátiles (Veira
el
al.,
1983) los cuales son explicados por diferencias
en las proporciones de forraje concentrado, tipo
de grano y a la capacidad de protozoarios como e!
Enlodinium caudalum
para almacenar gránulos de
almidón sin causar producción inmediata de ácidos
orgánicos (Abou Akkada y Howard, 1960).
La
defaunación puede cambiar el patrón de
fermentación a un incremento en propionato aso–
ciado con reducciones en e! acetato
y
butirato
(Mendoza, 1991; Demeyer y van Nevel, 1979;
Jounay
el
al.,
1981). A pesar de ello, los cambios en
1...,24,25,26,27,28,29,30,31,32,33 35,36,37,38,39,40,41,42,43,44,...104