Fernando Martínez Ramírez
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dad e independencia. Sobre el artista individual triunfan la socie-
dad y la naturaleza. Nuestra singularidad cultural provee no sólo
de la materia prima sino de una cosmovisión, una lengua y técni-
cas literarias para producir obras peculiares. Rama opta por una
explicación socio-histórica de las transformaciones literarias. A
partir de esta explicación se van a perfilar conceptualizaciones que
apuntan hacia una teoría de la literatura latinoamericana. No se
trata de una teorización filosófica de envergadura predictiva, sino
explicativa, heurística.
Ante el impacto modernizador, expone Ángel Rama, las lite-
raturas nacionales en América Latina primero se repliegan de ma-
nera autodefensiva, después examinan críticamente sus propios
valores y, finalmente, redescubren en los rasgos pertenecientes al
acervo tradicional las posibilidades expresivas desde una perspec-
tiva moderna. Se encuentran así, por una reinmersión en las fuen-
tes primigenias, componentes con fuerza significativa inmunes a
la corrosión de las impulsos modernizadores. De una reflexión so-
cio-histórico transita a otra con carácter antropológico buscando
conceptualizar nuestra diferencia. Adopta entonces la categoría
transculturación,
en la cual encuentra la articulación conceptual,
la síntesis dialéctica que el impacto modernizador generó en las
culturas nacionales y, por ende, en sus literaturas. Con esta cate-
goría explica el redescubrimiento adaptativo y neocultural que lle-
van a cabo los escritores de sus fuentes primigenias, incorruptas y
literaturizables mediante modernas técnicas narrativas, que tam-
bién son proporcionadas por las estructuras del lenguaje oral y de
los mitos. Un fenómeno socio-histórico encuentra una solución
mimética en su literatura. Se pone en práctica una tarea selectiva
sobre la tradición. Hay pérdidas, selecciones, descubrimientos, in-
corporaciones, es decir, un proceso neoculturativo que se da en
tres niveles: la lengua, la estructuración literaria y la cosmovisión.
La operación transculturadora:
[...] consiste en aceptar el mito no como fábula o invención, sino
como historia verdadera, ejemplar. Se recupera la herencia cultural,
las fuentes vivas con sus estructuras narrativas y lexicales, se reaviva
el imaginario protoplasmático y se indaga en los mecanismos men-
tales que generan el mito, para
contar
con base en ellos. No se trata
de manipular fábulas sino de “pensar míticamente”. A este
procedi-
miento estilístico
lo rige una cosmovisión original: descubrimos es-
Revista_43.indb 201
05/11/14 08:55