campanas .
l '
Ella es la sede del Obispado: es el primer lugar espiritual
de la ciudad y está en relación con otros lugares religiosos, como la
Basílica de Guadalupe, por lo que es preciso verla como la "cuna" de
la fe (entrevista con el padre Aguirre, 12 de marzo de 1997). El Zóca–
lo es percibido como la gran antesala o el espacio circundante de la
Catedral, que es, a su vez, la que lo determina para el pueblo mexica–
no por su monumentalidad física y por su función como lugar religio–
so.
Antes la plaza era mucho más acaparada por la Iglesia. Regular–
mente se celebraban grandes procesiones que recorrían el Centro
Histórico y festividades religiosas que partían de la Catedral. Hoy
esto sucede sólo esporádicamente. Salvo las escasas y pequeñas pro–
cesiones o las misas extraordinarias que se celebran en la plaza para
la oración común, hoy solamente se celebra allí una fiesta pública, y
eso sucede sólo una vez al año: el
Corpus Christi.
Se trata de la fiesta religiosa más popular del Zócalo, la cual cuenta
con una larga tradición.
13
En época de la colonia, los indígenas de las
aldeas cercanas venían adornados con flores para recibir, ellos y sus
animales, la bendición de la Iglesia. Hasta mediados del siglo
XIX
se realizaba una procesión que partía de la puerta occidental de la
Catedral y recorría sectores del Centro Histórico, para luego concluir
en la portada principal (Salazar, 1998:20). Todavía hoy el Zócalo se
12
Sobre la múltiple función de las campanas
y
los campanarios en aconteci·
mientos tanto religiosos como profanos.
ef
González Obregón,
1996.
González
describe cómo tamb ién la vida cotidiana de la colonia estaba estructurada e
impregnada por las campanas de la Catedral: determinadas combinaciones de cam–
panadas anunciaban tormentas o rebeliones, o el 1argamenle esperado arribo a
Acapulco de un barco mercante proveniente de China (González Obregón, 1996: 158
1).
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La fiesta se remonta
al
siglo
XJII.
Una monja belga dio inicio a este día
festivo para celebrar de la manera debida la Santa Cena de Jesucristo. En 1316 fue
autorizada como procesión en una bula del papaJuan XII e incluida en la liturgia
de las festividades de la Iglesia. En México la fiesta tuvo desde el principio una
gran significación para apoyar los estrechos VÍnculos entre lajerarquía eclesial y el
gobierno civil. A comienzos de la temporada de lluvias, a principios
de junio,
los
indígenas que residían en la periferia de la ciudad comenzaban a fabricar los ador–
nos florales
y
de ramas
y
a transportar sus artesanías a la ciudad
y
al Zócalo en
largas arrias de mulas (SaJazar, 1998: 18-22).
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1...,122,123,124,125,126,127,128,129,130,131 133,134,135,136,137,138,139,140,141,142,...306