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Zócalo. A veces utilizaba algún pesero, que sólo puede desplazarse
por las estrechas y atestadas calles del centro de manera sumamente
lenta. Muy pocas veces logré ir más rápido que a pie en este vehículo
motorizado. Las calles del Centro Histórico y alrededor del Zócalo
están bloqueadas, sobre todo los días entre semana, por un nutrido
tránsito, por transeúntes y ambulantes.
El proyecto Metro
El nutrido tránsito es una de las características típicas del Centro His–
tórico de la ciudad de México. El acelerado crecimiento de la ciudad y
su expansión , es decir, el surgimiento de un número cada vez mayor
de barrios y subcentros, no parece incidir apenas en la situación del
tránsito en el centro' Ya en la década de 1950, el caos del tránsito en
el centro era uno de los problemas principales del gobierno de la ciu–
dad. Por eso no resulta extraño que a principios de la década de 1960
la creciente densidad del tránsito haya sido uno de los argumentos
principales a favor de la construcción de un moderno medio de trans–
porte masivo, un tren subterráneo. La planificación relativamente tar–
día de un subterráneo -tardía si se la compara con otras metrópolis
del mundo- se explica por el hecho de que en México el desarrollo
de una metrópoli sólo comenzó de manera decisiva en la segunda
mitad del siglo xx,
$ En México el crecimiento explosivo de la ciudad se inició a partir de la década
de 1940. En 1900 había 344 721 habitantes; 1950, 3. 1 millones; 1960, 5.4 millones;
1970,9.2 millones; 1980, 12.9 millones; 2000, 19.0 millones de habitantes (Cf Ward,
1991, LCM, 2000). Sobre los antecedentes del crecimiento de la ciudad, debido, entre
otras razones, al éxodo de las zonas rurales y la industrialización, ef Ward, 1991,
Garza/ Darnián, 1991.
4 En otras metrópolis, sobre todo occidentales, ya se habían planeado y cons–
truido trenes subterráneos en la segunda mitad del siglo XIX (Londres, 1863; Nueva
York, 1888) o a comienzos del siglo xx (París, 1900; Berlín, 1902), a fin de controlar
e l movimiento diario de grandes masas de personas, condicionado por la progresi–
va industrialización de las ciudades y la consecuente división del trabajo y segrega–
ción de los lugares de trabajo y de residencia (Cf Lexikon, Metros der Welt, 1985).
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